¡¡¡ 3 DE MAYO DÍA DE LA SANTA CRUZ ,ANÍMATE Y PON TU CRUZ ADORNANDO TU FACHADA Y ASÍ DAR TESTIMONIO DE JESÚS !!! Y SI LO DESEAS NOS MANDAS UNA FOTO A NUESTRO CORREO.



El próximo día 3 de mayo se celebra el día de la Santa Cruz y este medio les invita a
que expongan en sus casas, frontis o balcones una cruz adornada como se quiera y pueda...
Como hicieron nuestros abuelos que adornaban la cruz realizada por ellos mismos y la colgaban
en las puertas de las casas,realizando un gesto de amor a Cristo que murió en la cruz y a la misma vez
manifestar que la cruz es la vida del resucitado y que todos nosotros también resucitamos en el Señor.


Y si la quieres compartir con nosotros y nuestros seguidores nos mandas una foto al correo:
parroquiadeaguimes@gmail.com



¡¡¡ ANÍMATE Y PON TU CRUZ ADORNANDO TU FACHADA Y ASÍ DAR TESTIMONIO DE JESÚS!!!

La vergüenza de ser cristianos.


Hay que reconocer que parte de las increencias de hoy pueden deberse a empachos de ayer.
Un compañero de la «Tele» me cuenta que cuando el mes pasado visitaba, con su equipo, Egipto para realizar varias filmaciones, fue recibido en El Cairo por el director general de la Televisión Egipcia. Y que éste, después de darles todas las facilidades para su trabajo, se despidió de ellos regalándoles un ejemplar del Corán, no sin antes poner respetuosamente los labios sobre la portada del libro. «Que Alá os proteja en vuestra tarea», les dijo. Y lo hizo -me dice mi compañero- con un respeto, una naturalidad tal, que el grupo de españoles, no creyentes la mayoría, se sintió sinceramente emocionado.

Y ahora, díganme ustedes si se imaginan a cualquiera de los altos jefes de Televisión Española haciendo un gesto semejante. O díganme si les cabe en la cabeza que el director general de alguna gran empresa pudiera hacer algo parecido regalando una Biblia a unos visitantes extranjeros. Díganme, incluso, más si lo haría con esa espontánea sinceridad un arzobispo español a un grupo de desconocidos. Me temo que todos ellos encontrarían ocho mil razones («¿Qué van a pensar?» «¡Cualquiera sabe si serán creyentes!» «A lo mejor se ríen del regalo») para no hacerlo o para ponerse coloradísimos ante la simple idea.

La verdad es que lo que más se aprende en un viaje por Oriente es la absoluta naturalidad con la que lo religioso se inserta en la vida de los creyentes. Mi primer recuerdo de los países árabes es el de un musulmán postrado en el aeropuerto de El Cairo haciendo sus oraciones sobre el cemento de la pista, insensible al gruñido de los motores de los aviones.

He visto amigos judíos profundamente creyentes que, también con plena naturalidad y sin escrúpulos, cumplían en público algunas prescripciones de su religión que para un no judío resultaban absolutamente ridículas, pero que realizadas con aquella seriedad terminaban siendo conmovedoras. Y en las calles de la India uno puede encontrarse docenas de gurús y santones que muestran su desnudez o se en- cierran en la contemplación sin que la curiosidad de los turistas o los fotógrafos les produzca el menor embarazo.

Pero aquí es otra cosa: aquí oscilamos entre el orgullo agresivo por ser católicos y la vergüenza de demostrarlo en público. Aún no hace muchos días un amigo me contaba que, en una de esas largas esperas de los aeropuertos, decidió rezar el rosario. Y su mujer le decía: «Pero pasa las cuentas con él en el bolsillo. Se van a reír de nosotros.» Y mi amigo le respondió: «Si a aquella parejita del sillón de enfrente no le da vergüenza besarse en público, ¿por qué me va a mi darla el rezar?»

SI, ha habido tiempos en los que en España casi contaba más el exhibicionismo religioso que la misma fe. No faltaban quienes convertían su creencia en una cierta agresividad y se la metían hasta en la sopa a quienes no la tenían. Y hay que reconocer que parte de las increencias de hoy pueden deberse a empachos de ayer. Gentes que se vieron obligadas a ir a misa a diario en los colegios o rosarios rezados «a la fuerza» en algunos hogares te dicen hoy que ya hicieron en sus años infantiles o juveniles suficientes actos religiosos para toda la vida.

Pero ahora hemos emigrado al hemisferio de la «vergüenza». Periódicos hay que ignoran las noticias religiosas o sólo las dan cuando son estrambóticas, porque piensan que eso es cosa sólo de curas. Dueños hay de salas de cine a quienes aterra la idea de proyectar un filme religioso -que, además, ya prácticamente sólo los hay en las filmotecas- por miedo a coger fama de beatos. Universitarios que se pondrían colorados antes que confesar que van a misa los domingos. Curas, incluso, que procuran hablar de «lo que la gente habla», porque conversar en una cafetería sobre temas religiosos es algo que «no se lleva».

Yo supongo que esto es, en parte, la vieja ley del péndulo y que esta «moda de la vergüenza» se nos pasará cuando nos demos cuenta de lo ridícula que es. Pero es, de todos modos, un signo bastante triste de nuestra colectiva cobardía.

Pero obsérvese bien que no estoy pidiendo que regresemos al «orgullo exterior» de ser católicos, sino simplemente a serlo con espontaneidad y a expresarlo naturalmente. No se trata de convertir a los cristianos en hinchas futbolísticos, que sólo saben hablar de su propio equipo, sino en gente a quien la fe le salga por las obras como sale de los pulmones la respiración.

Claro que hay que empezar por tener el corazón muy en Dios para hablar bien de él. El cristiano es un apóstol, no un charlatán de feria. Y tiene que empezar por cumplir aquel consejo que daba Von Hügel: «Cuando el cristianismo es odiado por el mundo, la hazaña que al cristiano le corresponde realizar no es mostrar elocuencia de palabra, sino grandeza de alma. Por eso no hables demasiado de las cosas grandes: déjalas crecer en ti.»

Cuando hayan crecido lo suficiente, la fe saldrá en nuestras palabras como les brotan las rosas a los rosales.Por: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Razones para el amor

Iglesia, servidora de los pobres...


Los obispos españoles analizan la grave crisis económica, social y moral y ofrecen su propuesta desde la fe.
La reunión de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española se clausuró el pasado viernes, 24 de abril, en Ávila con la aprobación de la Instrucción Pastoral "Iglesia, servidora de los pobres". En este documento, los obispos quieren compartir, con los fieles y con quienes deseen escuchar su voz, su preocupación ante el sufrimiento generado por la grave crisis económica, social y moral que afecta a la sociedad española y su esperanza por el testimonio de tantos miembros de la Iglesia que han ofrecido lo mejor de sus vidas para atender a quienes más sufrían las consecuencias de la crisis.
Estructurada en cuatro partes, la Instrucción pastoral comienza analizando la situación social actual y los factores que están en su origen y lo explican. Seguidamente enumeran los principios de la Doctrina social de la Iglesia que iluminan la realidad y ofrecen su propuesta desde la fe.
En la primera parte, dedicada a describir la situación social, los obispos se fijan en los nuevos pobres y las nuevas pobrezas, de manera especial la que sufren en primer lugar, las familias golpeadas por la crisis.
En ellas no es difícil encontrar muchos jóvenes sin trabajo y con grave riesgo de caer en situaciones desesperadas, ámbitos en que se da la pobreza infantil, ancianos olvidados o mujeres afectadas por la penuria económica. Además de las carencias económicas y sociales en las familias, los obispos señalan también la pobreza en el mundo rural y en quienes se dedican al mar, y acentúan la pobreza originada por la emigración que, haciendo visible el derecho a encontrar mejores condiciones de vida, hoy significa la pobreza de los más pobres.
Los inmigrantes sufren más que nadie la crisis que ellos no han provocado y los países que los reciben recortan sus derechos y limitan, también para ellos, los servicios sociales básicos. Los obispos piden en este ámbito a las autoridades nacionales y de la Unión Europea actitudes de generosa acogida y cooperación con los países de origen que permitan su desarrollo.
Además de las nuevas pobrezas, la Instrucción Pastoral señala como rasgo de la sociedad actual la corrupción, a la que define como un mal moral y cuyo origen es, según los obispos, la codicia financiera y la avaricia personal. Estas situaciones de corrupción provocan alarma social, alteran el funcionamiento de la economía, impiden la competencia leal y encarecen los servicios. La corrupción es una grave afrenta a nuestra sociedad, es una conducta éticamente reprobable y es un grave pecado. La necesaria regeneración personal y social vendrá por un mayor aprecio al bien común, que se origina en las virtudes morales y sociales, se fortalece con la fe y se hace visible en el amor al prójimo.
Tanto las nuevas pobrezas como la corrupción están facilitadas por el empobrecimiento espiritual. El talante personal y el comportamiento moral de las personas están dañados por la indiferencia religiosa, el olvido de Dios o la despreocupación por la cuestión sobre el destino trascendente del ser humano. No se puede olvidar, dicen los obispos, que la personalidad del hombre se enriquece con el reconocimiento de Dios que sostiene nuestra dimensión ética, nos impulsa al amor a todo hombre, haciendo de la caridad fraterna la señal distintiva.
En la segunda parte, la Instrucción pastoral señala cuatro factores que explican la situación social actual.
El primero de ellos es la negación de la primacía del ser humano que se apoya en la dignidad que Dios le otorga.
El segundo es el dominio de lo inmediato y lo técnico en la cultura actual. En ésta, el primer lugar lo ocupa lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido. La técnica parece ser la razón última de todo lo que nos rodea y su desarrollo se presenta como la panacea para resolver todos los males del hombre.
El modelo social centrado en la economía es el tercer factor que explica esta situación de crisis: la burbuja inmobiliaria, el excesivo endeudamiento, la falta de regulación y supervisión de los mercados han ocasionado una época de recesión, para la que la única solución presentada es la lógica del crecimiento, como si “más” fuera igual a “mejor”.
Por último, en cuarto lugar, encontramos, como consecuencia de la lógica del crecimiento, una cierta idolatría de los mercados, cuando en realidad, la actividad económica, por sí sola, no puede resolver todos los problemas sociales; su recta ordenación al bien común es incumbencia, sobre todo, de la comunidad política, la que cual no deb e eludir su responsabilidad en esta materia.
La tercera parte de la Instrucción consiste en una explicación de los principios de la doctrina social de la Iglesia que iluminan la realidad y pueden ayudar a la solución de los graves problemas que le afectan.
El primero de ellos es la primacía de la dignidad de la persona : el ser humano es la medida de todas las cosas, no un instrumento al servicio de la producción y del lucro. Los obispos instan a un modelo de desarrollo que ponga en el centro a la persona. Si la economí a no está al servicio del hombre, se convierte en un factor de injusticia y exclusión.
El segundo principio es que los bienes tienen una dimensión social y un destino universal , como se vivía ya en el Antiguo Testamento y enseñaron los Padres de la Iglesia. La acumulación de los bienes en pocas manos es una grave injusticia, pues la propiedad privada está orientada al bien común. Por eso, dice la Iglesia, Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos de forma equitativa, según los principios de la justicia y de la caridad.
En la vida social, otro principio ineludible es el de la solidaridad y el equilibrio entre los derechos y los deberes. La solidaridad es el empeño firme y perseverante por el bien común, es decir por el bien de todos y cada uno. La convivencia implica que los derechos de unos generan deberes en otros y que la satisfacción de unos depende de la diligencia de los otros. Los derechos económico-sociales no pueden realizarse si todos y cada uno de nosotros no colaboramos y aceptamos las cargas que nos corresponden; de igual modo que el derecho a los bienes materiales conlleva el deber del trabajo diligente del hombre. El bien común es el bien de ese “todos nosotros”, formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en una comunidad o sociedad. Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad.
El principio de subsidiariedad señala las funciones y responsabilidades que corresponden a las personas individuales en el desarrollo de la sociedad a través de comunidades y asociaciones de orden familiar, educativo, cultural, etc. Al mismo tiempo, regula las funciones que corresponden al Estado y a los cuerpos sociales intermedios, para impedir la tendencia totalitaria de los estados. El principio de subsidiariedad permite un justo equilibrio entre la esfera pública y la privada; reclama del Estado el aprecio y apoyo a las organizaciones intermedias y el fomento de su participación en la vida social.
Por último, entre los principios de la Doctrina Social se señala el derecho a un trabajo digno y estable que permite la integración y la cohesión social, por lo que cualquier política económica debe estar al servicio del trabajo digno.
La cuarta parte de La Iglesia, servidora de los pobres, ofrece ocho propuestas esperanzadoras desde la fe para vivir el compromiso caritativo, social y político.
- Promover una actitud de renovación y conversión, que nos identifique con Cristo y que salga al encuentro de los pobres, siendo instrumentos para su liberación, promoción e integración en la sociedad.
- Cultivar una espiritualidad que impulse al compromiso social. Sólo el encuentro con el Amor de Dios, puede transformar y purificar los corazones de los discípulos, cambiándolos de egoístas y cobardes en generosos y valientes; de estrechos y calculadores, en abiertos y desprendidos.
- Apoyarse en la fuerza transformadora de la evangelización, porque el anuncio del Evangelio, fermento de libertad y de fraternidad, ha ido acompañado siempre de la promoción humana y social de aquellos a los que se anuncia.
- Como consecuencia de lo anterior, profundizar en la dimensión evangelizadora de la caridad y de la acción social, desde el testimonio personal y sin olvidar el anuncio explícito de Jesús. Tenemos, además, el reto de ejercer una caridad más profética. No podemos callar cuando no se reconocen ni respetan los derechos de las personas, cuando se permite que los seres humanos no vivan con la dignidad que merecen.
- Promover el desarrollo integral de la persona y afrontar las raíces de las pobrezas. Además de atender a las necesidades más urgentes, el acompañamiento de las personas es la base de la acción caritativa: No se trata sólo de asistir y dar desde fuera, sino de participar en sus problemas y tratar de solucionarlos desde dentro.
- Defender la vida y la familia como bienes sociales fundamentales.
- Afrontar el reto de una economía inclusiva y de comunión. La reducción de las desigualdades debe ser uno de los objetivos prioritarios de una sociedad que quiera poner a las personas, y también a los pueblos, por delante de otros intereses.
- Fortalecer la animación comunitaria. Es necesario que la comunidad cristiana sea el verdadero sujeto eclesial de la caridad.
En su conclusión, los obispos alientan una vez más la esperanza de los que sufren las consecuencias de la grave crisis actual y se ponen junto a ellos: “Estamos con vosotros; juntos en el dolor y en la esperanza; juntos en el esfuerzo comunitario por superar esta situación difícil”. Al mismo tiempo, agradecen el esfuerzo de quienes viven la caridad con el prójimo y animan a imitarlos, no sólo en las relaciones cotidianas sino también en las relaciones sociales, económicas y políticas. Por: Resumen CEE | Fuente: www.conferenciaepiscopal.es

A LA MEMORIA DEL RVO. DON JOSÉ CIRILO DÍAZ ALEMÁN,SACERDOTE E HIJO DE AGÜIMES EN EL DÍA DE SU ANIVERSARIO DE MARCHAR A LA CASA DEL PADRE...



IN MEMORIAM …
Rvo.Don José Cirilo Díaz Alemán
Sacerdote


Nosotros no podemos menos de

contar lo que hemos visto y oído
.

(Hch. 4, 20.)


El 29 de Abril del año 2012 era Domingo de la Misericordia. Celebramos el inmenso amor que nos tiene PADRE DIOS a todos sus hijos. Fue un año de espera y contemplación en la benéfica misericordia del Señor. Un Amor que espera, que recupera, que perdona, que sabe reconocer toda una “vida entregada”. Así lo hizo el Señor con D. José Cirilo Díaz Alemán.

Ese domingo, hacia el mediodía, rezado el Regina Coelis, Don José se entregó plenamente al amor de Dios. En silencio, sin aspavientos, como era típico en él, sin sufrimiento, de forma plácida, como aquel que va al encuentro de su Padre, con una sonrisa en su rostro.

En el recuerdo, agradecer al Padre por habernos mostrado un ejemplo de entrega, de forma total y entera, a su ministerio ( él no lo concebía de otra forma), por estar atento siempre a las necesidades del otro, a sus inquietudes. Los niños y los enfermos eran su predilección. Siempre le recordaremos en su confesionario ofreciendo el perdón, escuchando, dando sabios consejos.

En mi recuerdo hay tantas cosas… cuando íbamos a ver los almendros en flor, a visitar a sus compañeros sacerdotes, acompañarles en sus fiestas, etc.. son tantos recuerdos que quedan en mi retina y en mi corazón.

Afirmo que fue un sacerdote ejemplar, con la palabra limpia y la mirada abierta, rebosante de sabiduría de la buena. Siempre tenía la palabra oportuna en el momento justo.




Junto a él me gustaría recordar a sus compañeros sacerdotes que hoy gozan también de la Misericordia del Señor: los compañeros que se ordenaron juntos el 22 de Septiembre de 1956, así como sus compañeros en el ejercicio ministerial, José Santana, José Cárdenes, Ángel Suárez, José Sánchez, Facundo Alemán, …


Que Dios les tenga gozando de la paz eterna, según fueron sus obras aquí en la tierra.


D. José Cirilo Díaz Alemán siempre en la MEMORIA.




Realizado por D. José A. Guerra Sánchez.

¡Aleluya! significa... alegría...



¿Cuántos de esos cristianos que dicen aleluya, viven interiormente una vida verdaderamente alegre y feliz?



Aleluya es una de las palabras que más se repiten en tiempo de Pascua. No es ni siquiera una palabra castellana. ¿Qué significa? Significa alegría, y encierra todo lo que deben de vivir los cristianos en ese período después de la Semana Santa.

Todo debe ser alegría, debe ser un aleluya permanente. Ahora, conviene preguntarnos: ¿Cuántos de esos cristianos que dicen aleluya, viven interiormente una vida verdaderamente alegre y feliz? ¿Cuántos de veras han resucitado? Porque resucitar significa tener certezas. Haber arrancado las dudas de la vida. Haber convertido los problemas en soluciones. Significa resucitar también, el tener una honda, profunda felicidad.

¿Cuántos de veras son felices? ¿Cuántos tienen rostro y alma y vida de felicidad, de resucitados?

Resucitar significa salir del sepulcro de la tristeza, del pecado, del pesimismo, del desaliento.

Muchos aleluyas por el aire. Muchos aleluyas en las iglesias. ¿Cuánto aleluya, cuánta felicidad, cuánta resurrección hay de verdad en los corazones de los hombres?

La religión católica produce cientos de aburridos que no la toman en serio, y miles de felices que la viven en plenitud..
Por: P. Mariano de Blas | Fuente: Catholic.net

Salir de lo pequeño, respirar en grande.



Salir de lo pequeño y buscar aquello que da sentido a la vida, en el tiempo y en lo eterno.


Hay aficiones que pueden convertirse en obsesivas. Coleccionar sellos, aprender programas electrónicos, participar en un chat, compartir fotos en redes sociales, leer novelas...
Existe el peligro de quedar encerrados en lo pequeño, en aislarnos en un mundo de intereses y de actividades que nos ahogan. Eso ocurre cuando algo nos absorbe tanto que perdemos de vista lo esencial.
La vida humana no está hecha ni para jugar, ni para leer, ni para caminar, ni para escuchar música, ni para ordenar ficheros de papel o de archivos digitales. La vida humana necesita respirar en grande, tiene sentido si “sirve” para acoger y dar amor.
En un mundo de pequeñeces, de intereses excesivos por cosas triviales, algunas incluso ridículas, hace falta aire fresco. No podemos vivir agobiados por los chismes de cada día. No podemos sucumbir a preocupaciones que nos impiden volar hacia horizontes magníficos.
Cada uno de nosotros necesita salir de lo pequeño y buscar aquello que da sentido a la vida, en el tiempo y en lo eterno. Para ello, basta poco: abrir el corazón a Dios, escuchar su Evangelio, acoger a los hermanos.
¿Así de sencillo? ¿No parece imposible en un mundo como el nuestro? Desde luego, resulta difícil si nuestro corazón está ya encadenado. Pero Cristo puede romper cadenas, dar fuerzas a los cojos, abrir los oídos a los sordos, devolver la vista a los ciegos.
De modo más radical, Cristo puede sacarme del pecado, acogerme con su misericordia e introducirme en el mundo del amor auténtico. Entonces empiezo a respirar plenamente.
Un aire fresco llegará a mi corazón y me lanzará a temas importantes: justicia, misericordia, renuncia, humildad, cielo, familia, servicio, fe, esperanza, caridad...Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net

EL TEMPLO DE SAN SEBASTIÁN DE AGÜIMES EL MÁS DULCE DE TODA LA ISLA...


La Iglesia de Agüimes se puede denominar la más dulce de toda Gran Canaria,ya que, está manando miel de una de sus torres.
Las abejas ya es tradicional que se tomen la cantería de nuestra parroquia para hacer su colmena y
fabricar la miel... 
Estos días ha sido un acontecimiento para la gente del pueblo y extranjeros ver como caía miel a lo largo y ancho de la torre de la Iglesia de Agüimes.
Aquí tienen unas fotos, para que vean como está la torre...






SAN VICENTE FERRER Y LA VIRGEN DE LA ESPERANZA ESTARÁN EN UNA EXPOSICIÓN QUE CONMEMORA LOS 200 AÑOS DE LA MUERTE DE JOSÉ LUJÁN PÉREZ.



Con motivo de los 200 años de la muerte del escultor José Luján Pérez, el Cabildo de Gran Canaria, está organizando una exposición de sus obras. Nuestra parroquia tiene varias imágenes suyas de gran valor. Por esta razón nos han solicitado las imágenes de San Vicente Ferrer y de la Virgen de la Esperanza. Estarán en la exposición hasta el próximo mes de agosto.


Los que deseen podrán contemplar esta exposición en el Centro de Cultura Contemporánea, antiguo Hospital de San Martín en Las Palmas.

Presencia viva....plenitud de vida...


Estar alertas para conocerte, que no estemos distraídos con una y mil cositas que no tienen valor.






Cuando estoy en tu presencia, Señor, ahí, desde el Sagrario donde me miras y me escuchas... me da gusto recordar pasajes de tu vida y pienso que a ti te gusta... ¿Recordamos?

Ya resucitado te apareces a tus amigos, a los que tanto quisiste, a los que se durmieron cuando les pediste que velasen mientras sudabas sangre y estabas lleno de tristeza...

En la primicia de tu resurrección te apareciste a la mujer pecadora, porque ya arrepentida, te amaba en entrega total,... a tus seguidores en el camino de Emaús que iban decepcionados tras la muerte del Maestro, porque eran pesimistas y en su corazón solo tenían tristeza y desánimo..., al amigo que no creyó lo que le contaron sus compañeros ... y tuvo que meter sus dedos en tus llagas y la mano en tu herida palpitante para creer, e hizo que tu, Jesús, le dijeras: - "Tomás, porque has visto has creído. Dichosos los que creen sin ver"

Y en ese momento nos llamaste dichosos y bienaventurados a todos los que en el tiempo y la distancia creemos en Ti por la fuerza y la gracia de la fe.

Te volviste a aparecer una y otro vez después de tu resurrección...no como un fantasma, no como fue la resurrección de Lázaro, que a pesar del milagro de volver a la vida, quedó sujeto a volver a morir. No como algo irreal e intocable, no, te presentaste con una realidad tangible y transfigurado al mismo tiempo. Tu ya no pertenecías a la Tierra pero vivías en ella.

Eras presencia viva, plenitud de vida.

Y como queriendo demostrar que no eras una aparición, un fantasma o figuración de las mentes de tus discípulos, te sientas con ellos, conversas con sencillez y les pides de comer....

Hubo en tu tercer encuentro, un cuadro bellísimo.

Estaban pescando. No sacaban nada. Todo la noche fatigosa y sin ningún logro.

Al amanecer, la figura de un hombre joven, en la playa, les hace señas. Se acercan, El les dice: - "Muchachos, teneís algo que comer? " ( Jn 21,5). Estaban malhumorados y te contestaron, que no. Y les dijiste: - "Echad la red a la derecha y hallareís". Así lo habían estado haciendo toda la noche pero obedecieron en silencio, quizá recordando otra ocasión parecida... ¡y las redes se llenaron!

Volvieron a mirar a la orilla buscando al desconocido y te vieron encendiendo la hoguera. Todos los corazones latían fuerte por el mismo pensamiento y Juan fue el que habló :- "Es El, el Señor!

Pedro no pudo contener su carácter vehemente y se arrojó al agua con la túnica arrollada al cuello y cuando llegó a la orilla se la puso y corrió hacia Ti.

Luego se les unieron los demás , felices y seguros. Allí estabas Tu, el resucitado pero asando un pez, como antes, como un viejo y querido amigo, como el Maestro de siempre, sencillo, tierno, bondadoso, con tu mismo estilo de mansedumbre y con la misma forma, tan especial, de partir y repartir el pan.

Y Tu, Jesús, te acercas a nosotros así, en mil formas diferentes.

Te vemos en el que nos pide pan, en el que nos pide ayuda. Tenemos que estar alertas para conocerte, que no estemos distraídos con "una y mil cositas que no tienen valor".... y no tengamos que experimentar la tristeza de que LLEGASTE Y PASASTE DE LARGO.

Que tuviste ganas no solo de comer con nosotros sino de ser nuestro alimento.... y tocaste a nuestra puerta y.... ¡no te reconocimos!.

Tu que eres, Señor, presencia viva, plenitud de vida. ¡Ayúdanos, Señor!
Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net

Por qué creo en la Iglesia católica.


Cada uno pone sus ojos en lo que le interesa... ¿Dónde pones tus ojos en los santos o en los escándalos?
Creo en la Iglesia por gracia de Dios

La fe es un regalo inmerecido que libremente recibimos.


Creo en la Iglesia porque creo en Jesucristo

Quien cree que Jesús es Dios debe creer también en todo lo que El ha hecho y dispuesto para nuestra salvación. La Iglesia nace de su costado traspasado de donde vertió agua y sangre. La Iglesia sigue viviendo del agua (Bautismo) y de la Sangre (Eucaristía) derramada en la Cruz.


Creo en la Iglesia por la Eucaristía

Dios hace muchísimos milagros para recordarnos las verdades de la fe. Muchos de estos son verificados por rigurosos estudios científicos: Lanciano, Lourdes, Guadalupe y muchos otros. El milagro más grande es la Eucaristía. El dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día" Juan 6,54. Es El mismo Cristo en la Eucaristía quien se hace realmente presente cada día en más de 500.000 iglesias católicas en todos los continentes.

Algunos dicen: "Jesús está en todas partes. Para que ir a la Iglesia". Hay que enseñarles: Sí, Jesús está en todas partes, pero sólo en la Eucaristía está presente en forma substancial para que lo comamos y tengamos vida nueva. Para sanarnos, liberarnos del mal, unirnos en la Iglesia y darnos fuerza para vivir la santidad. Sólo en la Iglesia se encuentra a Cristo Eucaristía.

Cristo ha venido para reunirnos, como un pastor recoge a sus ovejas. Quiere así que seamos su Cuerpo Místico para que en EL seamos todos hijos del Padre. Quiso hacernos familia suya. Por eso funda una sola Iglesia, con una sola fe, un solo bautismo.


Creo en la Iglesia porque es obra de Dios y no de hombres

No escojo a la Iglesia como podría escoger mi plato favorito. La Iglesia es institución divina y no capricho humano. Los hombres pueden fundar otras muchas iglesias y religiones para reunirse y hacer cosas buenas. A estas guardo respeto y a quienes buscan la verdad con sinceridad les tengo admiración. Pero no por eso olvido que Jesús, Dios y hombre verdadero, quiso reunirnos en UNA IGLESIA, la que El fundó.


Creo en la Iglesia "Católica" que significa "Universal"

La Iglesia católica no es sólo para un grupo o región. Es para todo pueblo, raza y nación. Está en todas partes, es la más grande y bien organizada del mundo. No porque sus miembros sean más inteligentes sino porque es obra de Dios.

¿Sabía usted que cada día hay en el mundo 50.000 nuevos católicos? Cada mes hay un millón y medio de católicos más que el mes anterior. Cada año hay 18 millones de católicos más que el año anterior. Durante el gobierno del Papa Pablo VI, la Iglesia Católica pasó de 600 millones a 750 millones. Durante el gobierno del Papa Juan Pablo II el número de católicos pasó de 750 millones a 1,086 millones en 2003. Esto a pesar de un esfuerzo intenso de parte del mundo para desprestigiarla y destruirla.


Creo en la Iglesia porque sólo ella enseña con autoridad divina toda la verdad

Jesús confió a los Apóstoles la revelación divina contenida en su Palabra. Les prometió el Espíritu Santo y les comunicó la facultad de enseñar en Su nombre. «Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.» -Lucas 10,16. Sólo la Iglesia Católica es gobernada por el Papa y los obispos, sucesores de los Apóstoles, herederos de esta promesa. Ellos poseen por lo tanto la autoridad del magisterio para enseñar toda la Palabra revelada y profundizar su contenido sin error, con la protección y guía del Espíritu Santo.

Mientras que en otras Iglesias hay diversidad de interpretaciones Bíblicas, sólo la Iglesia Católica ha enseñado la verdad plena con total consistencia en todas partes desde el principio. Sólo ella posee el Depósito de Fe que contiene todo lo que Jesús nos reveló: La Biblia y la Tradición Apostólica.


Creo en la Iglesia porque veo la obra de Dios en María nuestra madre

Los católicos hacemos lo que Jesús pidió al discípulo amado en la Cruz: Llevamos a María a nuestra casa. Cf. Jn 19,27.


Creo en la Iglesia por el testimonio de los Apóstoles y los Padres


Creo en la Iglesia por el testimonio de los santos, nuestros hermanos mayores

Ellos son Evangelios vivos, ejemplos de lo que Dios hace en los que viven plenamente en la Iglesia y son alimentados con Cristo vivo a través de ella.


Creo en la Iglesia porque no me dejo llevar por los escándalos sino por la Palabra de Dios

Es cierto que hay escándalos en la Iglesia. Ya Jesús lo advirtió. Pero también hay cientos de miles de mártires que han derramado su sangre por Cristo en cada siglo incluso el nuestro. Millones y millones viven su fe inspirados por el Evangelio.

Sé bien que la Iglesia está formada de seres humanos pecadores. Pero Jesús quiso reunir en ella a los pecadores para hacerlos hijos de su Padre, Dios. No todos se convierten. Desde el principio algunos desde adentro le traicionan. Pero Jesús no revoca su alianza sellada con Su Sangre. Sigue siempre fiel a sus promesas. Jesús dijo: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Mateo 16,18

Cada uno pone sus ojos en lo que le interesa: unos miran a los santos y ven Evangelios vivos dignos de ser imitados. Otros en cambio sólo miran los malos ejemplos para justificar el rechazo a la Iglesia.

¿Dónde pones tus ojos en los santos o en los escándalos? Jesús nos advierte: "el que no tiene pecado, que tire la primera piedra". Por mi parte prefiero mirar a los santos, nuestros hermanos mayores pues tengo mucho que aprender de ellos y aprecio sus ayudas. No desisto en la esperanza de llegar a ser uno de ellos por la misericordia de Dios que perdona y da la gracia.

En cada siglo los enemigos de la Iglesia anuncian su inminente desaparición. Sin embargo ella los entierra a todos. Han pasado 2000 años. Todo imperio se ha derrumbado pero la Iglesia sigue siendo la misma madre con más de mil millones de hijos e hijas, más de 405.450 sacerdotes y más de 3.000 obispos. El número de seminaristas está aumentando y también las ordenaciones sacerdotales. Todavía hay muchachas que optan por la vida religiosa y aun surgen nuevas comunidades religiosas.

Hoy la Iglesia es perseguida, despreciada y difamada por todas partes. Pero su autoridad moral sigue siendo un faro de luz inextinguible que puede ser odiado pero no ignorado. La sucesión de Pedro jamás se ha roto. El Papa sigue gobernando a la Iglesia y los católicos por todo el mundo siguen unidos en comunión con él. A pesar de su ancianidad, el Papa es capaz de reunir a cientos de miles de jóvenes para escucharle enseñar la Palabra de Dios. La Santa Sede mantiene relaciones con 178 países (2011).

Todo esto sólo puede ser obra de Dios. Por eso creo y por eso no puedo dejar de anunciar la verdad a mis hermanos.

Y usted: ¿Conoce la Iglesia católica o la caricatura que hacen de ella sus enemigos? ¿Está usted sobre la roca firme establecida por Cristo o en las arenas movedizas de interpretaciones humanas? Jesús te llama. No lo hagas esperar.
Por: Jordi Rivero/Corazones.org

Abrir los ojos sobre lo que está sucediendo.


La persecución de los cristianos a nivel global: una amenaza a la paz y a la seguridad internacional.




«La persecución de los cristianos a nivel global: una amenaza a la paz y a la seguridad internacional». Es el título de la conferencia que se llevó a cabo el viernes 17 de abril de 2015, en la sede de las Naciones Unidas de Nueva York. Según la Santa sede intervino el observador permanente vaticano ante la ONU, mons. Bernardito Aúza, según indicó la Radio Vaticana. El religioso recordó los duros llamados de Papa Francisco a la comunidad internacional para que «no permanezca muda e impasible» ante crímenes inaceptables. Los mártires de hoy, observó el Pontífice, «son más numerosos que en los primeros siglos».
En Irak, Siria, Nigeria, Libia, Kenia y en las regiones del subcontinente asiático, dijo mons. Aúza, «la tierra ha sido literalmente regada con sangre. Hemos visto imágenes bárbaras de cristianos coptos decapitados en Libia; Iglesias llenas de gente explotar durante las celebraciones litúrgicas en Irak, Nigeria y Paquistán; antiguas comunidades cristianas expulsadas de sus casas en la Llanura de Nínive; estudiantes cristianos ajusticiados en Kenya».
«Miles de personas en todo el mundo –indicó– son perseguidas, privadas de sus derechos humanos fundamentales, discriminadas y asesinadas simplemente porque son creyentes. Sabemos que estos ataques contra personas de fe no suceden solo con los cristianos», sino también a otros musulmanes y minorías étnicas, como los yazidíes, sobre todo después de la violencia de los milicianos del llamado Estado Islámico. Sin embargo, precisó, hay un hecho inconfutable: «en muchas partes del mundo, los cristianos son tomados como blanco específicamente». Así, en el informe de 2014 del Pew Research Center se puede ver que la mayor parte de los ataques contra las personas de fe son contra cristianos.
Entre 2006 y 2012, afirmó mons. Aúza, los cristianos fueron afectados por persecuciones o discriminaciones en 151 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas. «Esto indica –subrayó con fuerza– un fracaso colectivo de esta organización internacional, cuyo objetivo es el de salvar a los pueblos y a las naciones del flagelo de la violencia y de las agresiones injustas». Mons. Azúa recordó que «entre 100 y 150 millones de cristianos sufren persecución en el mundo de hoy».
«El observador permanente recordó que el mes pasado en Ginebra, en el Consejo para los derechos humanos de las Naciones Unidas, 65 países firmaron una declaración (redactada por Líbano, Rusia y la Santa Sede) para sostener los derechos humanos de los cristianos y de otras comunidades, en particular en el Medio Oriente. «Fue la primera vez en la que se mencionó explícitamente la categoría de los cristianos en el Consejo para los derechos humanos», indicó. Azúa también lanzó un llamado para actuar rápido, antes de que sea demasiado tarde, ante esta urgencia: «los cristianos perseguidos en todo el mundo [...] cuentan con nosotros y piden cada vez mayores esfuerzos de nuestra parte para salvarlos de la persecución. Recemos para que podamos ser capaces, juntos, de abrir los ojos del mundo sobre lo que está sucediendo».
Imagen: Niña siria levanta las manos al pensar que una cámara es un arma apuntádole.
 Por: Redacción | Fuente: vaticaninsider.lastampa.it

Con María, durante la Pascua...


Feliz Pascua para ti, recibe de tu Madre un abrazo grande, apretado, intenso y todo mi amor, hijo de mi alma.

- María Santísima, acabamos de celebrar la Pascua de Resurrección y seguimos en el tiempo de Pascua... el sol brillaba de una manera especial en ese día, ... al menos así lo sintió mi alma.

- Pues me alegras el alma. Esto me recuerda mi primera fiesta de Pascuas de Resurrección…

- Cuéntame, Señora...

- Verás, era el tercer día después de la muerte de mi Hijo, María Magdalena y las demás mujeres me pasaron a buscar para ir al sepulcro antes del amanecer… llevaban perfumes y estaban muy tristes… yo, en el fondo de mi alma, sentía una profunda paz, recordaba las palabras de mi Hijo… no sabía exactamente que sucedería, pero tenia la certeza de que Algo iba a cambiar la historia.

- ¿No les comentaste nada a ellas?

No, existen caminos que cada uno debe recorrer por sí mismo… ellas lo entenderían cuando Jesús dispusiera que así debía ser. Al llegar al sepulcro el corazón les dio un salto, pues la piedra de la entrada estaba corrida. Entraron ellas al recinto y me dijeron que estaba vacío, yo quedé fuera… no necesitaba mas explicaciones, podía sentir la presencia de mi Hijo, mas, no le veía. Me alejé unos pasos… cuando volví al lugar donde estaba María Magdalena allí le vi, con ella… pero no quise acercarme… Jesús la consolaba, le pedía que avisara a sus Apóstoles…… ella… tenía el rostro radiante, hizo lo que Él le pedía, vino junto a mí, nos miramos, ella me tomo las manos y, junto a las demás, nos fuimos rápidamente a la casa donde estaban los hombres… yo, a veces, giraba mi rostro, esperando verle, mas ya había partido…

- Señora ¿Por qué no a ti? Quiero decir, porque no te visitó especialmente a ti, que eras su madre…

- Porque, amiga, mi Jesús conocía mi corazón, sabía que yo le esperaba, en cambio, los apóstoles y las demás mujeres estaban desesperados, la Iglesia primitiva estaba sumida en la mas profunda tristeza, su Esposa, la Iglesia, le necesitaba imperiosamente, por ello, hija, es que el buen Esposo corrió a consolarla, el Esposo sería ahora, mas que nunca Camino Verdad y Vida. Pero no te preocupes, nos encontramos Jesús y yo…

- ¿Cuándo?

Cuando Él se presentó en la casa mientras las puertas estaban cerradas… unos segundos antes de que entrara percibí un intenso perfume, exquisito, desconocido, un perfume de eternidad… mi corazón latía fuerte…. Estaba cocinando, escuché entonces la voz conocida, la voz amada : “La paz esté con ustedes”… había llegado, el Hijo, el Mesías, el Cristo… me acerqué… escuché todas y cada una de sus palabras… los hombres estaban tan admirados que no cabían en sí… yo tenía muchas ganas de abrazarle…. Antes de salir se volvió hacia mí… me miró con todo el amor a que me tenía acostumbrada… fue una mirada intensa, profunda, que valió mas que mil palabras… sus ojos parecían repetir: "Mujer, aquí tienes a tus hijos" le vi partir, había ángeles con Él, por un momento me pareció ver el rostro de Aquel que me lo había anunciado…

- ¿Y luego?

- Luego, luego era el comienzo de la Misión de la Iglesia, el primer instante: "Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Noticia a toda la Creación", la casa era un estallido de alegría, los hombres se abrazaban, unos lloraban, otros cantaban, algunos, terminaban pidiendo silencio por temor a los soldados, luego, Pedro, pidió calma y les dijo: "Hermanos, nuestras Pascuas serán, de aquí en mas, Pascuas de Resurrección, el paso de la muerte a la vida… de nosotros, de cada uno de nosotros, depende que este día no sea olvidado, que el significado de este día sea, para todos los pueblos, signo de esperanza, motivo de fe, fuerza en las pruebas….. de nosotros depende … Jesús nos acompañará, hasta el fin de los tiempos, pero es nuestra responsabilidad, sostenernos unos a otros en el dolor, consolarnos en las tribulaciones, alentarnos en las pruebas que nos esperan, en resumen, ser Uno… que cuando el mundo nos vea, nos reconozca por el Amor, que puedan decir, por nuestra actitud "son seguidores de Cristo… Son Cristianos".

- "Cristianos" La primera vez que se pronunciaba ¿verdad, Señora?

Así es, amiga, el corazón y el alma de todos se estremeció al oír la dimensión de esta palabra… Cristianos… Cristianos… quedaba ahora el esperar a la venida del Espíritu Santo…como Jesús mismo lo había prometido… pero esta era otra clase de espera… Comimos todos con inmensa alegría… y alguno de ellos dijo “Felices Pascuas, Amigos” y todos se saludaron… sí, Felices Pascuas amiga mía, Felices Pascuas para todos, también Felices Pascuas para ti, que has leído estas líneas, recibe de esta madre un abrazo grande, apretado, intenso y todo mi amor, hijo de mi alma. Todo mi amor en cada instante de tu vida, no dudes, hijo querido, en buscarme en tu tristeza, en tu alegría, en tu dolor, porque, en toda circunstancia, soy tu madre...


NOTA de la autora:

"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna."
Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net

FELIZ CUMPLEAÑOS BENEDICTO XVI...

Benedicto XVI / Foto: Alan Holdren de ACI Prensa



 El Sumo Pontífice Emérito,Benedicto XVI, cumple hoy 88 años de edad. Dentro de tres días, el 19 de abril, se recordará el décimo aniversario de su elección como sucesor de San Pedro ocurrido en el año 2005.

Benedicto XVICardenal Joseph Ratzinger-, nació en Marktl am Inn, en la Diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927.

Entre las importantes labores que desempeñó al servicio de la Iglesia destaca que en 1962 participó en el Concilio Vaticano II como consultor teológico del entonces Arzobispo de Colonia (Alemania), Cardenal Joseph Frings.

Además sirvió durante años como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Pontificia Comisión Teológica Internacional, así como Decano del Colegio Cardenalicio.

El 11 de febrero de 2013 anunció su renuncia al pontificado, la que se hizo efectiva el jueves 28 del mismo mes. Actualmente Joseph Ratzinger vive en el monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano, en donde se dedica a la lectura y la oración.

Una de sus últimas y más recordadas apariciones fue al lado del Papa Francisco durante la canonización de San Juan Pablo II y San Juan XXIII, considerado por la prensa como “el día de los cuatro Papas”.

En recientes declaraciones al programa televisivo de Mediaset, “El camino de los milagros”, el Prefecto de la Casa Pontificia y secretario personal de Benedicto XVI, Mons. Georg Gäenswein, manifestó que “el Papa Emérito Benedicto XVI piensa en la muerte y se prepara para la muerte”.

“El Papa y yo hemos hablado de la muerte varias veces. Es claro que un hombre, que dentro de poco cumplirá 88 años, piensa en esto, pero lo suyo es un arte cristiano… porque prepararse a la muerte quiere decir prepararse al encuentro con Dios y esto es un encuentro decisivo”, añadió.
Fuente:Aciprensa.

Jesús resucitó, está partiendo el pan para ti


Junto a nosotros, es Él. 






Por el camino de Emaús dos de los seguidores de Cristo regresan a su pueblo. Emaús es una pequeña aldea de Judea, dista unos once o doce kilómetros de Jerusalén. Está atardeciendo. Van llenos de amargura y decepción. Saben que Cristo, el Maestro ha muerto. Han oído algo que han dicho unas mujeres de su Comunidad pero no quieren prestar oídos; piensan: si hubiera resucitado lo hubiéramos visto.

María Magdalena con su amor vivo y esperanzado lo ha visto ya, ellos tendrán que "calentar el corazón" como nos dice San Lucas.

Mientras ellos van conversando de todo lo sucedido, un caminante se les ha unido y les va hablando con voz cálida y persuasiva: -" Oh, insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas ¿no era preciso que Cristo padeciera eso y entrara así en la gloria?. Y empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó todo lo que había sobre él en todas las escrituras" ( Lucas 24, 25-27).

Lo oían y estaban embelesados pero no lo reconocían. Como nos dice Evely: -" Jesús no se impone, aunque se proponga siempre así mismo. El nos deja libres. ¡Nada resulta tan fácil como obrar cual si no lo hubiésemos encontrado, como si no lo hubiésemos oído, como si no lo hubiésemos reconocido!". No queremos saber que camina en nuestro mismo camino y siempre junto a nosotros. No vaya a se que sus palabras y su mirada nos haga sus prisioneros.

Pero hay veces que es una enfermedad, un accidente, una pena, un momento especial en nuestras vidas que hacen que lo veamos, que la venda caiga de nuestros ojos, y ahí está, frente a nosotros, junto a nosotros, es El, "sus manos están partiendo el pan" y la gracia se hace viva en nuestros corazones.

Y los apóstoles que están cenando con el caminante, al reconocerlo se levantan, corren y regresan a Jerusalén. No guardan para sí su alegría, tienen que comunicarla y repartirla. Así nosotros, si el compañero de nuestro diario vivir es Jesús, no podemos esconder ni guardar para nosotros solos esa gran verdad, hemos de proclamarla para que todos los hombres estemos conscientes de esa maravillosa compañía.

El sabe lo testarudos que somos lo difícil que le es al hombre creer en lo que no ve. Más aún, en lo que no palpa. Y cuando se vuelve a aparecer al resto de los apóstoles adivina sus pensamientos y les dice:- " ¿ Por qué os turbáis y por qué sube a vuestro corazón esos pensamientos?. Ved mis manos y mis pies. Si soy yo. Palpadme y ved, los espíritus no tienen carne y huesos como veis que tengo yo" ( Lc, 24, 38-43).Y les va mostrando sus manos donde están sus heridas aún abiertas. Abre su túnica y ven su carne rota por larga y profunda herida, allí donde late el corazón. No hay misterios ni fantasías. Es El, y con una sonrisa tierna les dice:-" ¿Tenéis algo de comer?.

Tomás no estaba con ellos en ese grandioso momento. Sobre esto Evely nos comenta:-" Tomás es un auténtico hombre moderno, un existencialista que no cree mas que en lo que toca, un hombre que vive sin ilusiones, un pesimista audaz que quiere enfrentarse con el mal, pero que no se atreve a creer en el bien. Para él lo peor es siempre lo más seguro". Y cuando Jesús le dice:-" Tomás trae tu dedo y mételo en las llagas de mis manos, trae tu mano y métela en mi costado"(Jn 2O,27). Tomás toca, palpa y deslumbrado y aplastado, cae de rodillas y dice :-" Señor mío y Dios mío". Y Jesús responde ante esta bellísima oración:-" Tomás porque has visto has creído, dichosos los que han creído sin ver".

No nos empeñemos en "tocar y ver". Amémosle, que es mucho más sólido nuestro amor que nuestras manos. La humildad y profundidad de nuestra fe hará que haya una llama ardiente en nuestro corazón porque sabemos, porque creemos que Cristo es el compañero fiel en todo los instante de nuestra vida.

Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net