Por María a Cristo.


Ella se dirige a nosotros: ‘No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Comprométete con Dios.


María, nuestra Madre del cielo, quien fue la primera que tuvo un diálogo profundo con el Señor.
El Rosario es un medio para orar a Dios a través de María, haciendo viva la frase de san Luis Grignon de Montfort: “por María a Cristo”.

“Aprender de la oración de María es unirse a su plegaria ‘hágase en mí según tu palabra’ (Lc 1,38) […] Si como María decimos ‘sí’, Dios tiene la oportunidad de vivir su vida en nuestra vida” (YouCat, n. 479).
Esto nos habla de abandono en Dios y fue lo que María hizo durante toda su vida, estando abierta a escuchar a Dios para cumplir Su voluntad. Al aceptar ser la madre de Dios, se convierte en el primer tabernáculo teniendo a Jesús en su vientre durante el embarazo. Nos podemos imaginar los diálogos de amor que habrá tenido con su hijo y luego, fue ella quien le enseña, no sólo a caminar y los aspectos humanos de la vida, sino también le enseña a rezar y cómo agradar a Dios con las acciones del día a día. Esto nos puede parecer extraño, pero Jesús, siendo Dios, se hizo realmente hombre y esto implica un aprendizaje en todos los aspectos. Es por esto que decimos que acercarse a María es ir hacia Cristo, pues fue María la que más le conoció, la más cercana y por lo tanto, qué mejor que Ella para tenerla como modelo para imitar a Cristo.
Una gran forma de rezar a y con María es el Santo Rosario. Una oración que se desarrolló en el s. XII principalmente con los cistercienses y los cartujos. Surgió como una distribución llamada “salterio mariano” y era para los hermanos legos que no rezaban la Liturgia de la Horas (pues eran rezadas en latín). Después fue difundida por los dominicos y otras órdenes religiosas. (Cf. YouCat, p. 266). El rezo consta de cinco misterios compuestos cada uno de un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria. A través de ellos recorremos los misterios más significativos de la vida de Jesús, lo que nos ayuda a conocerle y acercarnos a Él. San Juan Pablo II nos invitó a meditar y contemplar estos misterios mientras recitamos la decena de Avemarías, lo que nos ayuda a acercarnos a Cristo a través de María. De nuevo: por María a Cristo.Es recomendable entonces que cada cristiano sepa rezar esta maravillosa oración y mejor aún si se hace en familia, pues es una oración que une mucho, es muy participativa y se puede ofrecer cada misterio por alguna intención, uniendo en oración a la familia.
Por último cito unas palabras del papa emérito Benedicto XVI que nos pueden iluminar en nuestro conocimiento y amor a María.

“Ella se dirige a nosotros diciendo: ‘No tengas miedo de él. Ten la valentía de arriesgar con la fe. Ten la valentía de arriesgar con la bondad. Comprométete con Dios; y entonces verás que precisamente así tu vida se ensancha y se ilumina, y no resulta aburrida, sino llena de infinitas sorpresas, porque la bondad infinita de Dios no se agota jamás’” (8-12-2005).
Por: P. Sebastián Rodríguez, LC | Fuente: elblogdelafe.com 

Oración por las víctimas del Atentado en Barcelona, nuestro más sincero pésame a las familias y unidos en la oración.





















En solidaridad con los que sufren las consecuencias de los actos de terrorismo en Barcelona y en todo el mundo te pedimos un minuto de silencio para hacer esta oración

ORACIÓN POR LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO

      Buen Padre Dios, Tú eres nuestro protector y defensor. Hoy nos unimos en oración, junto con todos nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo, en contra de los actos terroristas en todas sus formas.
   Te pedimos que con tu gracia, consueles a todos aquellos que han perdido a sus seres queridos, le des el ánimo para superar la tristeza, y el coraje para salir adelante en los caminos de sus vidas. Dale la salud a los heridos y  a los  que han fallecidos concédeles la recompensa y la alegría eternas.
  Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o condición social.
  También pedimos por los agentes de seguridad, que nos protegen  de los actos de terrorismo. Dales sabiduría y discernimiento para detectar posibles atentados y  protégelos cuando  arriesguen sus vidas por la paz y  el bien de todos.
  Que el Espíritu Santo nos de la fortaleza necesaria para quitar en cada uno de nosotros todo acto de maldad e ilumine nuestra mente y corazón para elegir siempre los caminos de bondad y justicia.

  Te lo pedimos por medio de María, Reina de la Paz, y por Jesucristo nuestro Señor. Amén