SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS.


«Jesús le dice: “Dame de beber”»
(Jn 4, 7)
La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos es una iniciativa a la
que se adhieren la mayoría de las Iglesias y confesiones cristianas y que se viene
celebrando desde 1908. A través de estos años ha venido configurándose como
una cita anual que nos damos los cristianos de todo el mundo para rezar por
nuestra plena unidad visible según el deseo de Jesús, expresado en su oración a
Dios Padre en la sobremesa de la última Cena: «Que ellos también sean uno en
nosotros para que el mundo crea» (Jn 17, 21).               La Iglesia católica participa en la
preparación y la promoción de la Semana de la Unidad a través del Pontificio
Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que edita cada año
los materiales conjuntamente con la Comisión «Fe y Constitución» del Consejo
Mundial de Iglesias, órgano este último que es una de las expresiones más importantes
del movimiento ecuménico, englobando actualmente a más de 300 Iglesias
y comunidades cristianas, incluidas la mayoría de las ortodoxas y gran número de
anglicanas, bautistas, luteranas, reformadas, unidas e independientes. Complace
mucho a esta Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia
Episcopal Española que estas dos instituciones que representan a la mayoría
de los cristianos le encomienden la versión oficial española de los materiales
de la Semana de Oración por la Unidad que utilizan los hispanohablantes de las
distintas denominaciones.
Los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales deseamos
exhortar a todas las diócesis españolas a través de las delegaciones de ecumenismo
y diálogo interreligioso a utilizar estos materiales y a organizar, junto con las demás
Iglesias y comunidades cristianas presentes en su territorio y de acuerdo con las circunstancias
locales, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos como una
cita anual importante que expresa nuestra confianza en el poder de la oración y nuestro
deseo de acoger, cuando el Señor quiera, por los medios que él quiera y como él quiera,
el don de la plena unidad visible de todos los cristianos.
Un acontecimiento de mucha trascendencia ecuménica e interreligiosa que ha tenido
lugar el año pasado y que no podemos dejar de mencionar en este mensaje ha sido la
peregrinación del papa Francisco a Tierra Santa con ocasión del 50 aniversario del encuentro
en Jerusalén entre el papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras. Ha sido un viaje
lleno de gestos y palabras que tuvo un epílogo en su encuentro en los jardines vaticanos
con los presidentes de Israel y de la Autoridad Nacional Palestina el domingo 9 de junio
para rezar por la paz. En la Declaración Conjunta, firmada en Jerusalén por el papa 
Francisco y el patriarca ecuménico Bartolomé I el 25 de mayo 2014, después de
constatar la importancia del abrazo que se dieron el papa Pablo VI y el patriarca
Atenágoras hace 50 años que preparó el camino para «remover de la memoria y
de la mente de las Iglesias las sentencias de mutua excomunión de 1054», se afirma
lo siguiente:
«Aun siendo plenamente conscientes de no haber alcanzado la meta de la plena
comunión, confirmamos hoy nuestro compromiso de avanzar juntos hacia aquella
unidad por la que Cristo nuestro Señor oró al Padre para que “todos sean uno”
(Jn 17, 21). Con el convencimiento de que dicha unidad se pone de manifiesto en
el amor de Dios y en el amor al prójimo, esperamos con impaciencia que llegue el
día en el que finalmente participemos juntos en el banquete eucarístico. En cuanto
cristianos, estamos llamados a prepararnos para recibir este don de la comunión
eucarística, como nos enseña san Ireneo de Lyon (Adv. haer., IV, 18, 5: PG 7, 1028),
mediante la confesión de la única fe, la oración constante, la conversión interior, la
vida nueva y el diálogo fraterno. Hasta llegar a esta esperada meta, manifestaremos
al mundo el amor de Dios, que nos identifica como verdaderos discípulos de Jesucristo
(cf. Jn 13, 35)».(Extracto del mensaje de los obispos españoles conmotivo de la semana de oración
por la unidad de los cristianos)