Himno del Jubileo de la Misericordia,precioso en latín...


Himno del Jubileo de la Misericordia, ejecutado por la Capilla Musical Pontificia, bajo la dirección del Maestro Mons. Massimo Palombella, S.D.B. (grabación a cargo de Radio Vaticano).








Letra del himno:

Misericordes sicut Pater!                                         [cfr. Lc 6,36] [Estribillo del Jubileo]

1. Rendiamo grazie al Padre, perché è buono
in aeternum misericordia eius                                     [cfr. Sal 135/6]
ha creato il mondo con sapienza
in aeternum misericordia eius
conduce il Suo popolo nella storia
in aeternum misericordia eius
perdona e accoglie i Suoi figli                                      [cfr. Lc 15]
in aeternum misericordia eius

2. Rendiamo grazie al Figlio, luce delle genti
in aeternum misericordia eius
ci ha amati con un cuore di carne                                [cfr. Gv 15,12]
in aeternum misericordia eius
da Lui riceviamo, a Lui ci doniamo
in aeternum misericordia eius
il cuore si apra a chi ha fame e sete                            [cfr. Mt 25,31ss]
in aeternum misericordia eius

Misericordes sicut Pater!
Misericordes sicut Pater!

3. Chiediamo allo Spirito i sette santi doni
in aeternum misericordia eius
fonte di ogni bene, dolcissimo sollievo
in aeternum misericordia eius
da Lui confortati, offriamo conforto                             [cfr, Gv 15, 26-­27]
in aeternum misericordia eius
l’amore spera e tutto sopporta                                    [cfr. 1Cor 13,7]
in aeternum misericordia eius

4. Chiediamo la pace al Dio di ogni pace
in aeternum misericordia eius
la terra aspetta il vangelo del Regno                            [cfr. Mt 24,14]
in aeternum misericordia eius
grazia e gioia a chi ama e perdona
in aeternum misericordia eius
saranno nuovi i cieli e la terra                                       [cfr. Ap 21,1]
in aeternum misericordia eius

Misericordes sicut Pater!
Misericordes sicut Pater



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El Papa Francisco y su viejo Renault se alistan en video oficial de JMJ Cracovia 2016.




Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016 presentaron el video promocional del evento que se realizará del 26 al 31 de julio en esta ciudad polaca.




ROMA,  Oct. 15
Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Cracovia 2016 presentaron el video promocional del evento que se realizará del 26 al 31 de julio en esta ciudad polaca.
El video presenta la narrativa de un antiguo Renault 4 blanco que parte del Vaticano transportando supuestamente al Papa Francisco –con la placa oficial SCV 1– y recorre diversos países recogiendo jóvenes para llegar finalmente a Cracovia (Polonia).
El vehículo que se ve en el video es en verdad de propiedad del Santo Padre, pues le fue obsequiado por el sacerdote italiano Renzo Zocca en 2013; y es a la vez del mismo modelo del que manejaba el Papa cuando era Arzobispo de Buenos Aires (Argentina).
En la página oficial de la JMJ los organizadores explicaron que la historia del video, además de promover el evento mundial, “presenta una conexión bíblica con un pescador, que resulta ser un ‘pescador de almas’. El auto del Papa es un simbólico ‘Barco de Misericordia’, cuya cubierta tiene espacio para todas las personas (no hay límites)” y que llegará al “puerto de Cracovia”.
Los realizadores del video superaron diversos desafíos durante su producción, tales como los diversos permisos para filmar en las diversas ciudades y el transporte del Renault del Papa por toda Europa.
En Barcelona, recordaron, la policía detuvo al Renault y casi multó a los jóvenes que llevaban banderas, así como al actor que encarnó el personaje del Papa “por no tener sus cinturones abrochados”.
Como fondo musical del video oficial suena el himno de la JMJ Cracovia 2016, “Bienaventurados los misericordiosos”.

Dar buen consejo al que lo necesita. Es una obra de misericordia.


Todos somos buenos para dar consejos a los demás, sobre todo cuando nos los piden. Pero la obra de misericordia dar buen consejo al que lo necesita se trata de algo diverso...

Todos somos buenos para dar consejos a los demás, sobre todo cuando nos los piden. Pero la obra de misericordia dar buen consejo al que lo necesita se trata de algo diverso.
Primero que nada hay que tener presente que se trata una obra de misericordia; es decir, es la obra de alguien que es capaz de compadecer con otro, con todo el corazón, y así consolar y fortalecer a uno que sufre o que está en necesidad. Para poder dar consejo al que lo necesita hay que tener esa actitud. No se trata de dar consejo al que no lo necesita, aunque yo crea que tenga necesidad; tampoco se trata de dar consejo al quien no lo está pidiendo, aunque a veces las circunstancias lo requieran.
Dar buen consejo al que lo necesita es sobre todo una actitud del corazón; es querer ayudar, consolar, estimular, fortalecer con un corazón bueno y magnánimo, buscando el auténtico bien de esa persona. De allí tiene que nacer el consejo; pues cuando nace del amor y del interés por el otro, será bien recibido y al mismo tiempo hará maravillas a la persona que busca una ayuda.
Dar consejo, sobre todo, implica ser capaces de dar y eso no siempre es fácil. Significa hacer memoria de nuestra misma vida y experiencia, de nuestro sufrimiento, necesidad, incapacidad y limitaciones. Hacer memoria no con tristeza, lamentaciones y hasta amargura, sino con gran confianza; reconociendo que Dios estaba presente también en esos momentos de nuestra vida. Recordar que él nos acompañaba y nos decía: estoy aquí y te amo.
 
Una vez que hemos hecho memoria, conviene preguntarnos qué hemos aprendido de estas experiencias y qué puede ser útil para los demás. Cómo les podemos ayudar a descubrir la mano de Dios y aprovechar las circunstancias duras o confusas de la vida para encontrar a este Padre que camina a nuestro lado.
 
Se trata, en fin, de extender la mano, sabiendo que aún con mis buenas intenciones, no tengo todas las respuestas, ni puedo resolver todos los problemas.
Aconsejar es echar mano de esta sabiduría vivida, haciéndolo con humildad y sencillez. Es ofrecer y no imponer, es compartir y no pontificar. Se trata, a fin de cuentas, de llevar a otros a tener la seguridad de que Dios está cerca y Él será su luz y fortaleza siempre. En la oscuridad y confusión de una tempestad sobre el mar, como en el brillo de un amanecer de paz y serenidad, Dios está presente.
Es saber que yo no tengo todas las respuestas, pero Dios sí.
 Por: P. Christopher Brackett | Fuente: Catholic.net 

Los Obispos de Kenia anuncian oficialmente la visita del Papa Francisco.


El Papa Francisco llegará a Nairobi el 25 de noviembre y permanecerá dos días, también visitará Kampala (Uganda) y a Bangui


“En nombre de los obispos, estoy feliz de anunciar que el Santo Padre ha aceptado nuestra invitación y visitará Kenia en noviembre”. Es el anuncio oficial de los obispos de Kenia sobre la visita que el Papa Francisco realizará al país, tras aceptar la invitación que los prelados presentaron durante la visita ad limina en abril de este año.
En la carta, firmada por Mons. Philip Anyolo Obispo de Homa Bay y Presidente de la Conferencia Episcopal de Kenia, enviado a la Agencia Fides, la visita del Papa Francisco es definida como una visita de Estado. Los obispos cooperarán con las autoridades estatales para asegurar que la visita se lleve a cabo de la mejor manera posible.
“Queridos cristianos os informaremos de los detalles exactos de la visita y de los preparativos para dar la bienvenida al Santo Padre”, afirma Mons. Anyolo, pidiendo a los fieles que oren por la visita del Papa y “por la justicia y la paz basada en el amor de Dios” en Kenia.
El Papa Francisco llegará a Nairobi el 25 de noviembre y permanecerá dos días. El programa incluye una reunión con el Presidente en su residencia oficial, la celebración eucarística, un encuentro con el clero y los religiosos, una visita a las oficinas locales de las Naciones Unidas y a los barrios pobres de la capital.
El Santo Padre viajará a Kampala (Uganda) y a Bangui, capital de la República Centroafricana, un país que está emergiendo con dificultad de una dramática guerra civil.
Por: LM | Fuente: fides.org/es 

IMÁGENES DE LA CELEBRACIÓN DE LAS CONFIRMACIONES EN NUESTRA PARROQUIA DE AGÜIMES. 1-2015

Zuleima, Fran, Sara, Marta Arelis, Yessica, Rubén e Isabel.
Rvdo.D. Miguel A. Lantigua Barrera
Párroco de Agüimes.
Monseñor D.Francisco Cases Andreu.
Obispo de Canarias.



PARA VER FOTO UNA A UNA,Pinchar enlace.

Nota: Muy pronto el vídeo de la celebración completa


Y el Espíritu Santo...¿quién es?. Buena reflexión para los jóvenes que se confirman este sábado 21 de noviembre.


Es el mejor consolador, el dulce huesped del alma, a quiero dejarle el timón de mi vida, de mi barca .

Santa Teresa llama a nuestra alma un castillo interior, un palacio. En ese castillo, palacio o templo vive "El dulce huésped del alma": El Espíritu Santo.

¿Quién es el Espíritu Santo? Jesucristo le llama el Consolador. En nuestra alma vive el AMOR, vive allí de forma permanente, llegó a nuestra alma para quedarse. “¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu Santo vive en vosotros?” decía San Pablo a los primeros cristianos.

Su estancia en el castillo obedece a una tarea que debe realizar, se le ha encargado que haga de ti un santo ó una santa, un apóstol. Desde el primer momento de la entrada en tu alma, en el bautismo, se ha dedicado a trabajar a destajo, ha trabajado muchos años, se ha llevado muchos desengaños, porque hay que ver cómo nos hemos portado con Él.

Ha sufrido, posiblemente, el destierro, le hemos roto su obra maestra, como el niño malo que destruye de un puntapié el castillo que construye el niño bueno en la playa. Y sobre las ruinas de nosotros mismos ha vuelto a colocar otra vez piedra sobre piedra, con una paciencia y con un amor tan grandes que sólo porque es Dios los tiene. Él no desespera, más aún tiene abrigadas firmísimas esperanzas de acabar con su obra maestra contigo. Él sabe que puede aunque tú no seas mármol de Carrara, sólo necesita algo de colaboración de tu parte o por lo menos que no le estorbes..

Los medios: a gracia santificante, las gracias actuales, sus inspiraciones, dones y frutos.

¿Cuál es su estrategia? La describe muy bien un himno dedicado al Espíritu Santo. Seleccionaré algunas partes de este himno.

Primero: El mejor consolador
Consolando, secando lágrimas, arrancando los cardos y las ortigas del desaliento, tristeza y amargura. Uno de sus mejores oficios -lo sabe hacer muy bien- es consolar, por fortuna para nosotros que somos bastante llorones y necesitamos algo más que Kleenex para nuestros ratos de tristeza. El mejor Consolador, ya sabemos. Cuando lleguen los momentos más penosos en los que llorar es poco, cuando la crisis nos agarre por el cuello y nos patee, acudir a quien quiere y puede consolarnos.

Nosotros podemos decir: aquí me sorprende la realidad más radiante que vivimos los cristianos y, por tanto, adiós soledad, adiós tristeza, adiós lágrimas. Arrancarnos la tristeza peor, la de la separación de Dios, la de la infidelidad. Alegrarnos inmensamente de haber sido hechos hijos de Dios, alegrarnos de que nuestros nombres están escritos en el cielo, vivir con alegría diaria contagiosa, alegría en el dolor, en la enfermedad, alegría en las buenas y en las malas. Espíritu Santo, haznos apóstoles de la alegría, haznos vivir un cristianismo alegre, que vivamos con aire de resucitados, y que hagamos vivir a los otros así también.

Segundo: Dulce huésped del alma
Es uno de los títulos más hermosos. No huésped inoportuno. Cuantos huéspedes con los que nosotros no quisiéramos encontrarnos, a los que les damos la vuelta. En el caso del Espíritu Santo es un dulce huésped, esperado con ansia, acogido con cariño, porque siempre trae buenas noticias, buenos regalos, dones; El mismo es el Don por excelencia.

¿Me alegro de tenerlo siempre conmigo, lo entristezco con mi desamor, le pido muchos regalos espirituales? Y ¿qué le doy yo: mi amor, mi fidelidad? ¿Le escucho dócilmente? ¿El himno "Ven, Espíritu Creador" es mi saludo mañanero, son las mañanitas al dulce huésped de mi alma? ¿Alguna vez se las he cantado? Recordemos la frase de San Pablo; "¿No sabéis que sois templos del Espíritu Santo? Él ora con nosotros y por nosotros. Vivo, por tanto, en la presencia del Espíritu Santo, gozo minuto a minuto de su compañía gratísima, y su gracia está siempre a mi disposición.

Tercero: Dulce refrigerio
Cuando el bochorno arrecia y la lengua se reseca como ladrillo y el sudor empapa la ropa, una simple coca-cola fría, un ventilador oportuno, una alberca, solucionan el problema. Pero hay otros bochornos y calores interiores que requieren de otro refrigerio. Cuando se encrespan las pasiones, cuando el orgullo se revuelve como león herido, cuando la sensualidad con su baba venenosa quiere mancharel corazón y el alma, cuando la fiebre del mundo (placeres, dolce vita...) queman de ambición nuestro espíritu, llamar urgentemente al Espíritu Santo, para que nos brinde su dulce refrigerio y vuelvan las cosas a su lugar: El mundo allá y yo acá.

Cuarto: Tregua en el duro trabajo
Ofreciendo descanso en el duro bregar de la vida. Una mañana de domingo en la casa con niños, un día en la oficina en que todo salió mal, cansa, erociona, desgasta, produce no rara vez frustración. Cuando uno de plano está agotado, abrumado por el trabajo los problemas y las preocupaciones, acudir sencillamente a quien es descanso en el trabajo, ¡Oh Espíritu Santo, desperdiciado tantas veces que gemimos bajo el peso del trabajo! ¡Oh jornaleros que teniendo la fuente a unos metros se mueren de sed! Dios es abismo de amor, torrente de felicidad, éxtasis de la vida, tenerlo tan cerca y morirse de hambre, la fuente a unos pasos y morirse de sed, la hoguera alumbrando en torno y morirse de frío, el amor cerca del corazón. Sólo unos pasos tenía que dar. Vivir cerca de la luz, y morir en el túnel de las tinieblas.

Quinto: Brisa en las horas de fuego
Siendo frescura en medio del calor. Un vaso de agua fría en un día de verano, la sombra de un árbol en el campo abrasado, una brisa fresca, una fuente fría junto al camino polvoriento, cuanto se agradecen. En la vida no podemos estar luchando todo el tiempo, somos humanos y necesitamos de tanto en tanto de un respiro. El Espíritu Santo es el agua fria, es la sombra, la brisa fresca y nuestra fuente de agua viva junto al camino de la vida.

Sexto: Gozo que enjuga las lágrimas
Consolando en la aflicción. Buena falta nos hace: lloramos como niños chicos por cualquier cosa. Llorar equivale a desanimarnos, a perder el entusiasmo por nuestra vocación cristiana y humana, a querer volver atrás. Para esos momentos malos, en que podemos reaccionar como niños caprichosos, acudir a quien es el consuelo en la aflicción.

Se le atribuye al Espíritu Santo casi un oficio de madre. El sufrimiento se encuentra en la vida de todos . Cuando se le espera y cuando no. Por ello necesitamos la presencia del Espíritu Santo .

Posteriormente, el himno al que nos estamos refiriendo añade una serie de peticiones al Espíritu Santo.

Séptimo: Lava lo que está manchado
Lava lo que está manchado: mi alma llena de arrugas, mi corazón manchado de afectos desordenados, mi pequeño mundo lleno de cosas humanas, de tierra, de lodo; mi mente y mis sentidos a veces tan vacíos de Dios y tan llenos de mis pasiones desordenadas. Lava sobre todo la conciencia de todo pecado e imperfección, de las salpicaduras del mundo, de las manchas de pasiones, del barro de los malos pensamientos. Lava y purifica nuestra intención en el obrar, que a veces se tiñe de negras aficiones: el egoísmo, vanidad, respeto humano son manchas grasientas que requieren de un eficaz blanqueador. Necesitamos que des una limpiadita a nuestras virtudes.

Octavo: Riega el desierto del alma
Somos raíz de tierra árida, árbol que crece en la estepa. ¿Han visto ustedes los árboles que crecen en las orillas de los ríos? ¡Qué diferencia! Siempre están verdes. Decía el poeta Antonio Machado estas hermosas palabras: “Al olmo viejo, hendido por el rayo y en su mitad podrido, con las lluvias de abril y el sol de mayo, algunas hojas verdes le han salido".

A base de agua los judíos han hecho florecer el desierto del Sinaí. Tú puedes, Espíritu Santo, hacer florecer mi desierto, esa estepa en que a penas los cardos y las jaras crecen. Y entonces crecerán virtudes, crecerán buenas obras en mi alma.

Noveno: Sana el corazón enfermo
Médico de todas las enfermedades, médico de las enfermedades que he tenido y que ahora sufro, médico a domicilio.
Señor, si quieres, puedes curarme la lepra, el cáncer, el sida, la cangrena, la parálisis espiritual, las fiebres reumáticas, el escorbuto. ¿Cuál es mi enfermedad? Escuchemos en seguida la frase de mando: ¡Levántate y anda! Médico de las almas, que sabes la enfermedad y conoces la medicina, ¿cuál es mi enfermedad y mi mal? ¡Dímelo!.. Y proporciona el remedio que Tú sabes y yo no quiero aceptar a veces; cúrame antes de que la enfermedad me cause la muerte, cúrame las heridas que mi orgullo, sensualidad y egoísmo me abren a diario, las heridas de mis pecados antiguos y de mis pecados de hoy.

Décimo: Doma el Espíritu indómito
Dobla mi orgullo, ablanda mi cabeza dura y mi duro corazón; si es de piedra, hazlo de carne; hazme bajar la cabeza ante la obediencia y dar el brazo a torcer. Hazme duro para conmigo mismo, que no acepte flojedades, medias tintas, fariseísmos, pero hazme blando con los demás, como un pedazo de pan que dé alimento a todos los que se crucen en mi camino; hazme, Señor, instrumento de paz, como te pedía Francisco de Asís: "Donde haya odio, ponga yo tu amor, donde haya injurias, perdón".

Once: Calienta lo que está frío
A veces somos témpanos flotantes, corazones en frigorífico, que nos se derriten con las grandes motivaciones del amor de Cristo, el celo por la salvación de las almas, la vocación a la misión. Te pido un amor apasionado, pasión por la misión.

Doce : Endereza lo que está torcido
¿Cuántos criterios en mi vida andan torcidos? Enderézalos endereza los malos hábitos, por ejemplo, el hábito de pensar mal, el hábito tan arraigado de murmurar de mis hermanos, el hábito terrible de la ociosidad, del no hacer nada, el hábito que mata la oración, la rutina, el hábito de la pereza, el hábito que empequeñece mis fuerzas con la pusilanimidad, la timidez. Quiero dejarte el timón de mi vida, de mi barca, y quiero remar con todas las fuerzas de mis brazos.

 
Para concluir, demos un repaso a los deberes que tenemos con este ilustre huésped:
En primer lugar, tomarlo en cuenta, hacerle caso, no dejarlo solo, ignorado abandonado. Porque dejamos abandonado el Amor.
En segundo lugar: Gratitud: le debemos tanto. La ingratitud es cardo que crece en los corazones pero sobre todo en los corazones de los cristianos, por el simple hecho de haber recibido demasiadas cosas de Dios.
En tercer lugar: Amor. Debería ser fácil amar al AMOR, enamorarse del que nos ama infinitamente a cada uno de nosotros. Antes de pedirnos que le amemos con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y todas las fuerzas, antes nos ha dicho Él: "Te amé con un amor eterno".

En cuarto lugar: Docilidad y colaboración. Para ser santos debemos dejarnos guiar y obedecer al capitán del barco.
En quinto lugar: Cuando menos no estorbarle, dejarle trabajar en nosotros. “Hoy, si escucháis su voz, no endurezcáis el corazón”.
 Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 

El mejor catecismo: mis papás rezando


!Qué alegría para unos padres escuchar de su hijo, que fueron ellos, con su vida y ejemplo, su mejor catecismo!



Hay recuerdos infantiles que se graban indelebles en la memoria y el corazón. Así como hay lecciones que uno, sin darse mucha cuenta, aprende de pequeño para siempre.

Recuerdo por ejemplo una que, aunque común y casi desapercibida entonces, ahora me parece magnífica. Mi padre, de vez en cuando, me preguntaba cuánto le quería, y yo, abriendo y estirando los brazos a más no poder -como queriendo abarcar el mundo entero- le respondía: “así”; pero percibía que mis bracitos no alcanzaban a medir el inmenso amor que sentía por él. Mi madre, teniéndome en su regazo, también me lo interrogaba, y yo, contestando lo mismo, le abrazaba el cuello lo más fuerte que podía; pero sintiendo que me faltaban fuerzas para demostrarle todo mi amor por ella.

En hechos tan simples fui aprendiendo una lección digna de todo un tratado y de una entera vida: que el amor que uno llega a experimentar por su padre, no hay metro que lo mida; y que ante la deuda incalculable de amor con nuestra madre, siempre nos descubriremos faltos de fuerzas para saldarla del todo.

Es en el hogar donde se aprende el amor; donde se aprende a amar. Y junto a ésta, otras lecciones magistrales tienen su cátedra en la familia. Son los padres los maestros que deben ir grabando en sus hijos, con cosas sencillas de hoy, otras que no han de olvidar nunca mañana.

Así es como creo que muchos de nosotros no podremos olvidar que fue de nuestros padres de quienes recibimos el tesoro de la fe y de quienes aprendimos a rezar.

A este propósito, acabo de leer unas líneas preciosas y emocionantes, escritas por alguien que a su vez guarda imborrable en su alma la gran lección, impartida por sus padres, de cómo hablar con Dios. Voy a dejarle la palabra a él, auque esto se lleve la mitad de este artículo. A mí no me importa. Y tú mismo pensarás lo mismo tras escucharlo:

"En casa, nada de piedad expansiva y solemne; sólo cada día el rezo del rosario en común, pero es algo que recuerdo claramente y que lo recordaré mientras viva...

“Yo iba aprendiendo que hace falta hablar con Dios despacio, seria y delicadamente. Es curioso cómo me acuerdo de la postura de mi padre. Él, que por sus trabajos en el campo o por el acarreo de madera siempre estaba cansado, que no se avergonzaba de manifestarlo al volver a casa; después de cenar... se arrodillaba, los codos sobre la silla, la frente entre sus manos, sin mirar a sus hijos, sin un movimiento, sin impacientarse.

Y yo pensaba: Mi padre, que es tan valiente, que es insensible ante la mala suerte y no se inmuta ante el alcalde, los ricos y los malos, ahora se hace un niño pequeño ante Dios. ¡Cómo cambia para hablar con Dios! Debe ser muy grande Dios para que mi padre se arrodille ante él y también muy bueno para que se ponga a hablarle sin mudarse de ropa.

“En cambio, a mi madre nunca la vi de rodillas. Demasiado cansada, se sentaba en medio, el más pequeño en sus brazos, su vestido negro hasta los tacones, sus hermosos cabellos caídos sobre el cuello, y todos nosotros a su alrededor, muy cerquita de ella. Musitaba las oraciones de punta a cabo, sin perder una sílaba, todo en voz baja.

Lo más curioso es que no paraba de mirarnos, uno tras otro, una mirada para uno, más larga para los pequeños. Nos miraba, pero no decía nada. Nunca, aunque los pequeños enredasen o hablasen en voz baja, aunque la tormenta cayese sobre la casa, aunque el gato volcase algún puchero. Y yo pensaba: Debe ser sencillo Dios cuando se le puede hablar teniendo un niño en brazos y en delantal. Y debe ser una persona muy importante para que mi madre no haga caso ni del gato ni de la tormenta.

“Las manos de mi padre, los labios de mi madre... ellos fueron mi mejor catecismo."

¡Qué mayor alegría y satisfacción para un padre y una madre que escuchar del propio hijo, a la vuelta de los años, que para él fueron ellos, con su vida y ejemplo, el mejor catecismo!
Por: Marcelino de Andrés y Juan Pablo Ledesma | Fuente: Catholic.net 

CRITERIOS PARA DOBLAR POR UN DIFUNTO EN LA PARROQUIA DE AGÜIMES.






En nuestra Parroquia existe la costumbre que las campanas doblen con motivo de la muerte. El Consejo Pastoral Parroquial ha tenido a bien establecer unos criterios a seguir. Se doblará: 


1. Por las personas que, siendo o no naturales de la Villa, mueran, se velen o se celebren sus exequias aquí. 


2. Por las personas naturales de la Villa y residentes en otro lugar, no se velen o se entierren aquí pero tengan familiares directos en la Villa (padres, hermanos, hijos)


3. Por los sacerdotes fallecidos que, no siendo de la Villa ni residiendo en ella, han desempeñado en esta Parroquia su ministerio en algún momento de su vida.


4. Se doblara en el horario comprendido entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche.

Francisco: la peregrinación es también una experiencia de misericordia


"El Santo Padre desea vivamente que cuantos lleguen a Roma con ocasión del Año Santo, o vivan la experiencia de la peregrinación hacia las muchas metas propuestas por las Iglesias locales, puedan sentir, como los discípulos de Emaús, al Señor junto a ellos como compañero de viaje".
Así lo indica en el mensaje a la XX Sesión Pública de las Academias Pontificias sobre el tema “Ad limina Petri. Huellas monumentales de la peregrinación en los primeros siglos del cristianismo”. El encuentro ha sido introducido por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y del Consejo de Coordinación entre las Academias Pontificias. Antes de entregar el premio de las Academias Pontificias y la Medalla del Pontificado a los vencedores de este año, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin. ha leído el mensaje enviado por el santo padre Francisco.
Los ganadores del Premio de las Pontificias Academias son la Asociación Portuguesa Campo Arqueológico di Mértola, a través del profesor Virgilio Lopes; y Matteo Braconi por su tesis doctoral. La vencedora de la Medalla del Pontificado ha sido Almudena Alba López, por la publicación Teología politica y polémica antiarriana, de la Universidad de Salamanca.
En su misiva el Papa destaca entre las iniciativas dirigidas a valorar el camino común de las Academias Pontificias, la del Premio destinado anualmente a jóvenes estudiosos, artistas o instituciones que han contribuido de forma relevante, a través de sus estudios y sus obras, en las varias disciplinas en las que trabajan las Academias, para promover el humanismo cristiano y el desarrollo de las ciencias religiosas.                     
A propósito de las Sesiones Públicas Anuales, el Santo Padre desea que “constituyan siempre momentos de enriquecimiento cultural e interior, de incitación a un compromiso personal y comunitario cada vez más fecundo y capaz de suscitar en la Iglesia el deseo de un renovado humanismo, a la altura de los desafíos de nuestro tiempo”.                      
A continuación hace referencia al tema del encuentro, “que nos prepara al inicio del Año Santo”, que llama oportunamente la atención sobre la peregrinación como elemento constitutivo del Jubileo.
Vuestra reflexión --asegura el Santo Padre-- contribuirá a profundizar el significado de la peregrinación cristiana, así como se desprende de los testimonios más antiguos, de las huellas dejadas por los peregrinos de la antiguedad cristiana en los santuarios romanos.
Por otro lado, indica que la peregrinación es también “una experiencia de misericordia, de compartir y de solidaridad con quien hace el mismo camino, como también de acogida y generosidad por parte de quien hospeda y asiste a los peregrinos”. De este modo, afirma que volver la mirada a la antiguedad cristiana y a las huellas dejadas por los peregrinos nos recuerda el compromiso  de la acogida y del compartir, que en la experiencia de la peregrinación se hace consciente itinerario de conversión y alegre práctica cotidiana.   
(RLG)  Fecha: 10 de Noviembre de 2015

Facebook y la amistad.


La experiencia «imperfecta» de amistad en Facebook, sin embargo, apunta a la perfección.




Quien registra un perfil para comenzar a interactuar con otros usuarios en Facebook puede darse cuenta que a la base de las relaciones posibles en esa red social está un valor: la amistad.
La dinámica de la comunicación entre usuarios en Facebook parte de las relaciones entre amigos y para que esas relaciones sean posibles precisan de que los interesados sean «amigos» en esa red social. Ese «ser amigo» sigue un procedimiento antes de llegar a ser una realidad digital: un usuario pide amistad a otro por medio de la opción «solicitud de amistad». Pero no basta solicitar: la petición debe ser confirmada por el otro usuario a través de la opción «confirmar amistad» para que cobre efecto. Hecho esto último hay una nueva relación de amistad en el ambiente que Facebook ofrece.
Es cierto que no pocas veces esa «nueva amistad» es sólo la prolongación de una serie de relaciones previas surgidas en el ámbito de las relaciones cara a cara. Otras tantas supone el reencuentro con conocidos de antaño mientras que en otras más es el desenlace de una serie de experiencias de conocimiento humano surgidas en el contexto del mismo Facebook (gracias a la compatibilidad en torno a intereses u otro grupo de afinidades).
Al profundizar el tema de la amistad en Facebook se puede descubrir, por un lado, que lo que tradicionalmente consideramos «amistad» ha encontrado un nuevo escenario de prolongación vivencial; y, por otro, que la experiencia misma de lo que hoy allí muchos asocian al concepto «amistad» supone, por lo menos, una mutación de significado.
Acerca de esto último, es sobre todo en el grupo de quienes nacieron cuando internet ya existía en los que el valor amistad implica unas dimensiones de relación distintas a las tradicionales: piénsese en que ahora las interacciones mediadas por la tecnología son el modo más generalizado por el que los nativos digitales expresan su cercanía, muestras de afecto y otros gestos propios de los amigos. Estas «formas sociales» están pasando a ser la manera ordinaria de relación también para muchos inmigrantes digitales.
Si consideramos internet como lo que es, un ambiente, podemos decir que entonces el lugar donde la amistad se manifiesta simplemente ha cambiado de escenario o al menos que ha encontrado uno nuevo. Pero internet no es un ambiente sustitutivo sino complementario o, mejor dicho, a integrar en la vida humana que es una sola.

Considerando esto es que podemos advertir que la «amistad» que Facebook posibilita y muchos viven supone una mutación de significado. Mutación porque en definitiva la «amistad» pierde características que le son propias como la dimensión física del trato personal entre humanos. No es que Facebook en particular, o las redes sociales en general, no constituyan auténticas plataformas donde la amistad es una realidad vivida y vivible; lo que sucede es que por su misma naturaleza presentan limitantes que la llevan a ser un espacio imperfecto de amistad.
Esto en razón de no ser áreas físicas donde la gestualidad y la palabra hablada pueden fortalecer las relaciones o el simple hecho de que el radio de amigos difícilmente puede llegar a las 2.000 personas, como tantas veces sucede a quienes más que amistad buscan popularidad.
La experiencia «imperfecta» de amistad en Facebook, sin embargo, apunta a la perfección. Es así que podemos apreciar mejor el hecho de que las redes sociales como Facebook han acercado a las personas. Ciertamente tampoco podemos dejar de reconocer que se ha dado una cierta banalización ya no sólo del concepto sino de la misma experiencia de amistad.
Las personas con más amigos en Facebook son percibidas como más populares. Y en la búsqueda de esa popularidad los usuarios aceptan a tantas personas como «amigos» cuando en realidad lo que en el fondo se quiere es potenciales dadores de «me gusta» para las propias publicaciones. El otro no es visto como «amigo» sino como un simple número al servicio del propio ego.
Uno de los momentos en que el valor de la amistad queda más al descubierto en el Evangelio es cuando Jesucristo dice a sus apóstoles: «Ya no os llamo siervos sino amigos». No es una declaración cualquiera sino una transformación de relaciones: el que antes era un servidor ahora es llamado amigo. No se trata sólo de un cambio denominacional sino un auténtico cambio de relaciones con todas las implicaciones que eso supone: ya no es una relación vertical sino horizontal. De esta manera Dios indica cómo debe ser tratado el ser humano: como amigo. Y tal vez sea esta la cristianización que se pueda hacer de la amistad en Facebook.Por: P. Jorge Enrique Mújica | Fuente: Zenit.org 

El continente digital, gran desafío y oportunidad.


Mons. Celli en entrevista a Zenit: No bombardear con mensajes religiosos, sino principalmente dar testimonio.



Entrevista al presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli. No bombardear con mensajes religiosos, sino principalmente dar testimonio. Son necesarias comunidades que acojan a quienes encontraron a Jesús en internet.

La fuerza primaria de la comunicación en la Iglesia es la atracción y no la propaganda religiosa y esto requiere nuestro testimonio personal. Por lo tanto en el desafío y oportunidad que plantea el continente digital los católicos tienen que estar presentes, dando más su testimonio que bombardeando de informaciones. Lo indicó el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli en esta entrevista a ZENIT, precisando que también es necesario el empeño de comunidades capaces de acoger de manera fraterna y concreta a estos hombres y mujeres que han encontrado a Jesús en la web.
¿Cuáles son hoy para la Iglesia los desafíos y novedades en la comunicación?
-- Mons. Celli: Yo pienso que uno de los grandes desafíos que hoy debemos enfrentar es especialmente la presencia de la Iglesia en el contexto creado por las nuevas tecnologías. Ciertamente la Iglesia tiene como punto de referencia el testimonio personal, y el Papa Francisco nos lo ha recordado nuevamente, como lo hicieron sus antecesores, y también Pablo VI con la Evangelii nutiandi: se subraya que la Iglesia comunica por atracción y no por propaganda religiosa. Entonces esto es importante: atracción significa que los otros entenderán el mensaje por nuestro testimonio. Esta es la fuerza primaria de la comunicación en la Iglesia.
Después tenemos a disposición los medios tradicionales, pienso a la prensa, a la radio y a la televisión, si bien es innegable que hoy las nuevas tecnologías de la comunicación dieron origen a lo que llamamos el continente digital. Por lo tanto diría que es el gran desafío pero también la gran oportunidad.
¿Y en las redes sociales?
-- Mons. Celli: En el gran contexto de las redes sociales estamos llamados a dar testimonio de los valores en los cuales creemos. Y por ello el papa Francisco en su primer mensaje con motivo de la Jornada mundial de las comunicaciones decía: 'No tengan miedo de entrar en las redes sociales'. No es una invitación ingénua. Todos nosotros sabemos de los riesgos y peligros que existen en las redes sociales y en internet.
El papa Francisco tiene una expresión muy simpática, dice que el problema no es bombardear las redes sociales con mensajes religiosos, sino que el tema profundo es el de dar testimonio. Hacer síntesis de vida, entre mi vida y el Evangelio. Porque el hombre de hoy, como nos recordaba el papa Pablo VI, cree más en los testimonios que en los maestros. Y si cree en un maestro es porque este maestro es un testigo.
Amigos míos diría que el tema de fondo es este, aceptar el desafío de las nuevas tecnologías, aceptar el desafío de estar presente en el continente digital y hacer que también en este continente resuene el gran anuncio del Evangelio.
¿Es importante que las conferencias episcopales, diócesis y parroquias tengan su web actualizada?
-- Mons. Celli: Nuevamente, creo que el tema no es solamente dar informaciones, sino que el problema es dar testimonio de vida. Es verdad que lamentablemente en el mundo no todas las diócesis tienen su página web y menos aún las parroquias. Pero creo que aquí también, como apenas dije, hay que recoger el desafío, evaluando y apreciando las oportunidades que se nos ofecen, de poder dialogar con esas persona que quizás nunca pondrán un pie en la iglesia, pero que entran en un sitio web.
 ¿Y basta la web?
-- Mons. Celli: Hay que reconocer que la vida cristiana no puede ser vivida solamente delante de la pantalla de un computer. La vida cristiana exige vivir en la comunidad. Entonces puedo encontrar a Jesús gracias a la ayuda rica y propositiva de un sito de internet, pero después tengo que encontrar a una comunidad que me acoge y me permite hacer un camino concreto de fe. Por lo tanto desde un punto de vista, doy la bienvenida a esos esfuerzos e intentos para que la Iglesia esté presente con sus páginas web, agradables, simpáticas y estimulantes, que invitan a hacer una reflexión, que permiten al hombre y a la mujer de hoy de encontrar a Jesús y conocerlo mejor. Pero después está el empeño grande de que existan comunidades capaces de acoger de manera fraterna y concreta a estos hombres y mujeres que han encontrado a Jesús en la web.
 Quienes trabajan en la información tienen que ser imparciales pero sin ser indiferentes, ¿cómo lograrlo?
-- Mons. Celli: Estamos llamados a ser servidores de la verdad. Pienso a las hermosas palabras de Benedicto XVI cuando dijo que nuestra comunicación tiene que estar al servicio de la verdad sobre el hombre. La prensa, todos nuestros instrumentos de comunicación, tienen que estar a disposición de la verdad sobre el hombre. Es el gran desafío porque indudablemente se corren riesgos. Porque si el criterio es el provecho personal o determinados resultados económicos acabo por no respetar al hombre. En cambio aquí, nuestra información, nuestra comunicación, y por ello prefiero hablar de comunicación que de informaicón, nuestra comunicación tiene que estar realmente centrada en el hombre y decir siempre la verdad sobre el hombre. Defender al hombre y hacer que el hombre pueda en el contexto de hoy, tenga la ocasión y la oportunidad de crecer para realizar plenamente su vocación. Por: Mons. Claudio María Celli | Fuente: www.pccs.va