Testimonio del sacerdote más pequeño del mundo, todo un testimonio.


Raúl Valencia, el sacerdote más pequeño del mundo, ejerció de dentista 11 años, iba a casarse, pero Dios lo llamó a servirlo.


« El Señor me mostró el camino. Siempre estuve en oración. Yo creo que este es el secreto: la oración es estar en contacto con Dios para escuchar su voz, que no sea nuestra voluntad sino la de Jesús. Yo rezó siempre por la chica con la que me iba a casar, puesto que ella forma parte de mi historia, ¡bonita por cierto! Pero ahora disfruto mucho de mi sacerdocio. Tengo mucha gente que me ama, que me quiere, que me acompaña y sueño morir siendo sacerdote, tratando de ayudar a la gente a salvarse a conocer a Cristo »