Alumnado de 2ºBachillerato de IES Joaquín Artiles, Si me dan a elegir, me quedo en el aula...



Los alumnos de enseñanzas no universitarias de Canarias hemos comenzado las clases presenciales tras seis meses sin entrar en las aulas. Los últimos cuatro meses del curso pasado los pasamos encerrados en casa, viéndonos las caras, cuando lo lográbamos, a través de una pantalla. El regreso al centro, para casi todos, ha supuesto un gran alivio. El contacto y la cercanía ya eran necesarios.

Hemos tenido que adaptarnos a una serie de medidas totalmente nuevas para nosotros y, a la vez, necesarias para que la convivencia sea posible con la menor cantidad de riesgo de contagios. Sin embargo, vale la pena ese esfuerzo que estamos realizando porque el aprendizaje a través de clases online no fue bueno, y ahora estamos empezando a levantar cabeza.Este comienzo de curso nos está costando un poco, pero nos anima pensar que tenemos al profesorado presente para resolver dudas o volver a explicar algún contenido, sin pantallas, sin cortes de voz, sin caídas del servidor, etc. También nos fortalece mucho la presencia física de nuestros compañeros y compañeras, nos ayudamos con las tareas. No solo aprendemos en el centro los conocimientos impartidos en clase, aprendemos a ser prudentes viviendo la situación que nos toca sin aislarnos.
Destacamos que en el IES Joaquín Artiles respetamos las medidas sanitarias y las distancias mínimas siempre. Tanto alumnado como docentes evitamos las aglomeraciones haciendo filas, nos desinfectamos las manos antes de cada clase, así como los pupitres y sillas al salir y entrar al aula. Además, el centro cuenta con dispensadores de gel hidroalcohólico, alfombra de desinfección y marcas en el suelo de las aulas que indican la correcta distancia entre estudiantes.
A pesar de todas estas medidas de seguridad, la incertidumbre a principio de curso entre alumnado, profesorado y familias fue inevitable. Era de vital importancia seguir dichas medidas, ya que desde que se produjese un caso positivo saltarían las alarmas. La cautela, entonces, sería la protagonista puesto que, de producirse más casos, nos volveríamos a ver detrás de una pantalla y con todas las consecuencias que ello conlleva: sacar adelante un curso mediante un método muy distinto y al que no todo el mundo puede acceder. Por eso, hay que aplaudir la labor que se está llevando a cabo para que los centros educativos sean un lugar seguro. Hasta la fecha, las clases están siguiendo el mismo ritmo que en años anteriores cuando esta situación no existía. Esto demuestra la buena gestión de la comunidad educativa y el respeto de las normas por el alumnado y familias.
Si me das a elegir... ¡me quedo con la enseñanza presencial!
*Artículo redactado colectivamente por el alumnado de los grupos B y C de 2º de Bachillerato en la materia de Lengua Castellana y Literatura del IES Joaquín Artiles de Agüimes como práctica para la mejora de la competencia lingüística.

Desde la Parroquia de Agüimes les deseamos que el curso siga así y que tengan mucha suerte. Ánimo a toda la comunidad educativa.