¿La soledad por decisión propia o la soledad impuesta?.. Carmelo Guerra Sánchez.29/08/2023
Hace una semana regresando de unos días de vacaciones, comencé a encontrarme con los clientes, y todos me preguntaban, ¿ya se acabaron las vacaciones, Carmelo?, a lo que yo contestaba me quedan todavía unos días…
Hasta que llegó una clienta y amiga, que vive sola que tiene 82 años, a ella la vida le ha dado duro, su marido falleció hace 10 años, no tiene hijos y no es de aquí de Gran Canaria, con lo cual, está sola para todo aquello que tenga que hacer en su día a día.
Pero a pesar de ello y sus circunstancias está feliz, se siente acompañada por sus amigos, sus vecinas están controlando por si le falta algo, si necesita como decimos los canarios algún mandado.
Pensando en la forma de actuar de esta amiga, la soledad que le invade la ha sabido llevar gracias a su actitud ante la vida a lo largo de estos años.
Ser buena persona, no mirar a la gente por encima del hombro, estar acompañando aquellos que lo necesitan en el pueblo que la acogió, dedicar tiempo a escuchar, en definitiva, ser una persona de bien, una persona sencilla, transparente y sin juzgar a nadie por sus apariencias, poder económico o nivel de estudios.
Como se suele decir, “recoges lo que siembras”, amiga te mereces esto y más, sigue con esta alegría que desprendes y contagias a los demás con tu testimonio.
Que diferencia verdad, cuando la soledad es impuesta por la vida, por unas decisiones y actitudes que vas conformando con tus decisiones en la vida ante cualquier situación, familiar, en el ámbito personal, en el trabajo…
Esa soledad impuesta por la vida y no elegida si es mala para nuestro ser y nuestro corazón, pero no nos debemos lamentar porque al final ha sido fruto de nuestras propias decisiones.
El tener nuestro ego alto, el ser tan exigentes con los demás y no ver tus limitaciones sino siempre en las otras personas son consecuencias que la vida pasa sin pena ni gloria y nuestro resultado es, esa soledad impuesta en la que tampoco hacemos que cambie la situación para mejor.
La soledad también tiene cosas positivas, pero debemos abrirnos para nosotros y ser críticos con nuestra forma de actuar en la vida y saber reconocer que nos hemos equivocado y no auto engañándonos que la culpa la tiene la vida y los demás y yo soy simplemente una víctima.
Amigos les invito a vivir con la actitud de mi amiga de 82 años, feliz, dada a los demás, persona que escucha y que con sus penas y enfermedades contagia paz y alegría.
Mejor vivir la soledad que viene dada por las circunstancias de la vida, ya que, es el reflejo que hemos intentado ser buenas personas en cualquier ámbito de la vida y no la soledad impuesta que nos refleja que nuestra vida ha sido un YO siempre en todo lo decidido que atañe a nuestra vida.
Para que cambiemos este mundo me quedó con el testimonio de mi amiga y así lograremos ser más felices.
Hasta la próxima.
Carmelo Guerra Sánchez.
29/08/2023