"El compromiso del matrimonio no está de moda". Carmelo Guerra Sánchez.18/08/2024
La palabra matrimonio se ha ido desvirtuando con el paso del tiempo, cuando hablo de matrimonio me refiero al matrimonio cristiano.
En la sociedad en la que vivimos las parejas de novios que deciden recibir este sacramento por desgracia no lo hacen conscientes de la responsabilidad que conlleva toda la vida, pero no solamente en la vida social sino en la vida en pareja. El matrimonio católico nos compromete a vivir de forma cristiana en todos los aspectos y uno de los primordiales es vivir los sacramentos en plenitud y no como un mercadillo donde vas a la parroquia a pedir el bautismo, la primera comunión, la confirmación para los hijos y cuando ya los tengo, me olvido nuevamente de Dios.
En este sacramento es fundamental tener claro que el amor que se procesan el uno con el otro es porque Dios antes los ama con todas sus imperfecciones, pero si, nos pide que hagamos lo posible para formar una familia desde el amor y con la vista siempre en el Dios que siempre estará en las alegrías y las dificultades.
Que tristeza cuando un matrimonio se separa y suelen decir la frase de moda; “Se nos acabó el amor”, por supuesto, cada pareja es un mundo, pero creo que una inmensa mayoría no ha sabido cultivar, cuidar ese amor que les viene de Dios y que se han olvidado de Él.
Por supuesto que formar una familia no es tarea fácil y en el transcurrir de la vida vendrán alegrías, pero también, problemas de enfermedades, económicos, con los hijos que no entienden algunas decisiones y es donde más debemos tener presente a Dios.
El Señor nos llama a la perfección:" Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto". Pero no se es más perfecto porque seamos el matrimonio ideal y nos comportemos impecablemente sino aquella pareja que de forma individual es el que tiene más amor desinteresado de Dios. A veces, buscamos la perfección en las parejas de los famosos de la televisión, que aparentemente viven en la opulencia y rara es la vez que no terminan separándose porque lo único que les une es la fama y el dinero que generan.
La sociedad actual nos invita a vivir el momento, el ahora y disfruta y ya se verá en un futuro como irán las cosas y a la mínima de cambio me voy y no afrontamos los problemas y responsabilidades, aun teniendo hijos por medio. Esto se debe a que nos están llevando a desaparecer a Dios de nuestras vidas y un matrimonio sin Dios es como no tener levadura para que fermente el pan.
Queridos amigos les invito a vivir el matrimonio desde la fe compartida con tu mujer o marido y nunca dejen a Dios a un lado porque Él va a estar siempre y es la única garantía del Amor verdadero. Sé que en los tiempos que corren educar a los hijos desde la fe cuesta con todo lo material que les ofrece la sociedad, pero den ustedes como padres testimonio de esa fe que procesan participando en la eucaristía y teniendo momentos de oración en familia y si es posible tener algún detalle de un crucifijo o una foto de La Virgen en casa.
Para terminar, les pido que oremos por todos los matrimonios tanto por los cristianos católicos como los que no lo son, para que el Señor les ayude a encontrarse con Él y así vivan en comunión con el único que nos da la garantía del Amor en mayúsculas.
Dejémonos abandonar en Dios y seremos felices en esta sociedad tan alejada de Dios.
Hasta la próxima.
Carmelo Guerra Sánchez18/08/2024